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EFE

El autor de la matanza de Orlando del pasado día 12, Omar Seddique Mateen, amenazó con poner explosivos en cuatro personas que estaban retenidas en la discoteca Pulse, según transcripciones de las conversaciones telefónicas que mantuvo con la Policía reveladas hoy.

El Buró Federal de Investigación (FBI) informó que, mientras algunas personas eran liberadas por el agujero que se abrió en un vestidor de la discoteca al retirar un aparato de aire acondicionado, Mateen dijo a las que mantenía retenidas que iba a poner “cuatro chalecos con bombas” a rehenes en los próximos 15 minutos.

Mateen, un estadunidense de 29 años y origen afgano, aseguró a uno de los negociadores tenía un chaleco como el “usado en Francia”, en referencia a los chalecos explosivos que portaban los terroristas yihadistas que atentaron el 13 de noviembre de 2015 en París, donde murieron 130 personas y hubo centenares de heridos.

Estas referencias a los explosivos fueron las que llevaron a la Policía a entrar en el local nocturno por el temor de que aumentara el número de víctimas mortales, que quedó en 50 víctimas, incluido el propio Mateen, aunque finalmente no se halló ningún artefacto en el interior de Pulse.

Durante sus conversaciones con la Policía, el responsable de la peor masacre por arma de fuego en Estados Unidos se identificó como “soldado islámico” y juró lealtad a un grupo terrorista, cuyo nombre fue omitido en la transcripción, aunque todos los medios dicen que es el Estado Islámico (EI), citando a fuentes del FBI.

Sin embargo, el agente especial del FBI Ron Hopper dijo hoy en una rueda de prensa cerca de la discoteca de Orlando que en estos momentos no existe “ninguna evidencia de que (Mateen) estuviera relacionado con grupos terroristas islámicos”.

Mateen entró en la discoteca de ambiente gay Pulse con un fusil de asalto y una pistola y asesinó a 50 personas en una matanza en la que resultaron heridas otras 53, 4 de ellas todavía en estado crítico.

Las tres conversaciones entre los negociadores de la Policía de Orlando y el autor de la masacre aquella noche duraron en total 28 minutos, aunque las autoridades intentaron ponerse en contacto con él posteriormente, sin éxito.

Durante estas negociaciones telefónicas, el asesino aseguró además que en los “próximos días” se iban a registrar “más de este tipo de acciones”, aunque las autoridades estadunidenses han afirmado en repetidas ocasiones que no hay evidencias creíbles que lleven a pensar que sea así.

Por su parte, el jefe de Policía de Orlando, John Mina, aseguró que las muertes ocurridas en la discoteca fueron producto de los disparos del “sospechoso y solo del sospechoso”, rechazando así que alguna de la víctimas fatales pudieran haberse producido por parte de los agentes que participaron en la operación.

Mina y Hopper precisaron una serie de puntos hasta ahora desconocidos, entre otros, que “agentes de Policía estuvieron en minutos dentro” del local y que “no hubo tiros adicionales durante las tres horas del enfrentamiento, hasta que comenzó el intento de rescate de los rehenes”.

Agregaron que, durante el enfrentamiento con Mateen, la Policía logró rescatar con vida a varias víctimas del tiroteo.

Hopper aseguró que Mateen llamó al teléfono de emergencias 911 de una “manera escalofriantemente relajada y calmada”.

La primera llamada que efectuó el asaltante se produjo a las 02.35 hora local (06.35 GMT). Sus primeras palabras, en árabe, fueron, según la transcripción, “en el nombre de Alá, el misericordioso” y que “la paz sea con el profeta de Dios”.

Poco después, se sucedieron las tres negociaciones telefónicas con la Policía: la primera, de 9 minutos de duración, a las 02.48 (06.48 GMT); la segunda, que duró 16, a las 03.03 (07.03 GMT), y la tercera, a las 03.24 (07.24 GMT), duró 3 minutos.

Las autoridades señalaron en la conferencia que se han practicado ya más de medio centenar de entrevistas relativas a esta masacre que ha conmocionado al país y, en especial, a la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales), pues aquella noche Pulse celebraba la Noche Latina.

Durante la negociación, Mateen exigió a Estados Unidos que detuviera el bombardeo sobre Siria e Irak.

Sin embargo, Hopper resaltó que siguen investigando para determinar si había más personas implicadas en el atentado y que este “acto horrendo” no tiene “nada que ver con el islam, sino que es una visión pervertida” de Mateen, cuyo cuerpo fue entregado ya, sin que se conozcan detalles del cuándo y a quién.

El agente especial añadió que la Policía ha logrado recoger unas 600 pruebas en el lugar de la matanza, mientras un total de 18 personas, 4 de ellas en estado crítico, permanecen hospitalizadas en el Centro Médico Regional de Orlando, adonde fueron trasladados la gran mayoría de los heridos de la matanza.

La red de hospitales precisó que 14 de las 53 personas heridas en el tiroteo, la mayor parte hispanos, se encuentran en condición estable y a 17 se les dio ya el alta médica.