Más de 400 familias que habitan los márgenes del río La Carbonera viven bajo el riesgo de desbordamiento e inundación, tal y como ocurrió el pasado 9 de agosto de 2012 cuando una barrancada y crecida súbita superó los tres metros y salió hasta las calles de cinco colonias.
Ante el anuncio del ingreso de la tormenta tropical Danielle a las costas del Golfo de México, y recibir la alerta de la coordinación regional de Protección Civil, vecinos de esta zona recordaron que en aquel año fueron un total de 150 casas inundadas en los municipios de Nogales y Río Blanco.
Este año se cuenta ya con el pronóstico de lluvias intensas y huracanes, pero los más peligrosos son los que se registran en el año en que impacta el “fenómeno de la niña”, explicó Carlos de la Garza Villela, coordinador municipal de Protección Civil.
En años recientes, las lluvias de la temporada no han ocasionado estragos de consideración, sin embargo, cada año el riesgo es inminente al considerar que se trata de un río de respuesta rápida el cual de un momento a otro puede darla sorpresa.
Se estima que entre el municipio de Nogales y Rio Blanco, unas 400 viviendas se encuentran asentadas tanto en los márgenes del afluente como cercanas a este, de ahí que la recomendación para las familias es el de cerrar sus viviendas y acudir a los albergues.
Pablo Ramos Huerta, coordinador de PC en el ayuntamiento de Río Blanco, quien atendió el desbordamiento de La Carbonera en 2012, dijo que el ayuntamiento construyó muros de gavión para amortizar las llamadas barrancadas y evitar que se dañen los puentes peatonales y vehiculares.
