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EFE

Los galeses, ingleses y norirlandeses enrolados en la Eurocopa viven al margen del Brexit, que parece preocupar más al italiano Giorgio Chiellini y del que el español Nolito ni siquiera había oído hablar.

Mientras Europa entera despertó sacudida por el resultado del referéndum británico que saca al país de la Unión Europea, las tres selecciones supervivientes en Francia prosiguieron con normalidad su preparación para los octavos de final.

“Todavía estamos en la Eurocopa y es lo único que cuenta por ahora. Después del torneo habrá tiempo para hablar. No sabemos quien ha votado qué y qué parte del país se ha votado una cosa o la otra”, aseguró el seleccionador galés, Chris Coleman, que desconocía que en Gales el “sí” ha sido mayoritario.

Coleman lamentó que esa decisión pueda dificultar la salida de jóvenes entrenadores a otros campeonatos, como él mismo hizo hace unos años, cuando llegó a recalar en la Real Sociedad, entre otros clubes.

“En un momento de mi carrera, cuando no tenía club para entrenar, me fui a Grecia para aprender. Es una experiencia increíble y sí, lamentablemente creo que ahora será más difícil”, dijo.

En la misma sala de prensa, la del Parque de los Príncipes de París que este sábado acogerá el duelo entre Gales e Irlanda del Norte, el seleccionador de esta segunda nación, Michael O’Neil, prefirió referirse con humor a la salida de su país de la UE.

“No me ha cambiado, no va a tener ningún impacto en el once de mañana. Mis jugadores están concentrados en el partido y no piensan en el Brexit. En lo que a mi respecta, cometí un error, olvidé votar por correo, pero eso no va a impactar en el partido de mañana”, aseguró el técnico, cuyo país votó mayoritariamente por permanecer en la Unión.

Tampoco ha afectado la noticia en la concentración inglesa en Chantilly, a pocos kilómetros al norte de París, donde preparan el duelo contra Islandia.

“Es cierto que esta mañana nos hemos levantado y hemos visto la noticia. Algunos han hablado de ello, pero no me ha dado la impresión de que le dieran mucha importancia”, aseguró el delantero Harry Kane.

El atacante del Tottenham dudó de que la mayor parte de sus compañeros de equipo “sepa demasiado sobre el asunto como para comentar sus repercusiones”.

“Vamos a ver qué pasa. Yo no conozco suficiente la situación como para estar preocupado y creo que mis compañeros tampoco”, dijo.

Si en Inglaterra no estaban informados del referéndum en el Reino Unido no se puede reprochar al español Nolito que tampoco lo estuviera, aunque en su caso la respuesta entró de lleno en lo cómico, al asegurar que el Brexit se trata de “un baile de la NBA”.

Más informado estaba el defensa italiano Chiellini, apoyado en su formación de Economía del Turismo por la Universidad de Turín, que reconoció que la noticia del Brexit les causó un gran impacto, al tiempo que advirtió del efecto contagio que puede tener en otros países.

“Anoche nos acostamos con la convicción que no habría Brexit y que el Reino Unido permanecería en la Unión Europea, pero después ha ocurrido esto. Creo que la mayor preocupación debe ser el efecto dominó que puede causar esta decisión, que no creo que pueda cambiar el equilibrio de la economía europea y mundial en general”, aseguró el “azurro” en el cuartel general italiano de Montpellier.

Chiellini vio en la decisión de los británicos “el síntoma de un descontento general que se percibe en los Estados de toda Europa” y consideró que en Italia el resultado podía ser similar si se hiciera un referéndum sobre la permanencia en la UE.

“Cuando hay descontento se tiende siempre a votar un cambio, aunque no haya programa o no sea lógico. Creo que es lo que ha sucedido en el Reino Unido”, añadió.

Desde la locomotora europea, el portero de la selección alemana Manuel Neuer se militó a lamentar, muy diplomático, el voto de los británicos.

“No puedo decir mucho en el plano político, pero tengo la sensación de que es una pena para el Reino Unido. Yo he crecido en una época en la que es normal vivir en una Europa unida”, aseguró el meta del Bayern Múnich en la concentración de Evian.