Clara acaba de cumplir ocho años y vende dulces en el centro de Xalapa. Es una niña bonita, pero lo que realmente la caracteriza es su inteligencia, vivacidad e inocencia, siempre dispuesta a hablar con la gente.
Hace un año, en un restaurante de la capital veracruzana, la pequeña conoció al saxofonista y compositor radicado en Nueva York, Mario Castro, y los integrantes de su grupo, quienes participaban en la primera edición del Xalapa Jazz Festival, llamado Encuentro Internacional de Jazz. “Les pregunté por qué eran de color negro y porqué casi todos se llamaban Jonathan, y se hicieron mis amigos”, recuerda.
Con su inocencia, Clara logró inspirar tanto a los protagonistas de la escena neoyorquina del jazz que nombraron en su honor una canción que habían compuesto especialmente para los xalapeños.
Este año, el vocalista Jonathan Hoard, quien estuvo presente en el primer encuentro de jazz donde conoció a Clara, visitó nuevamente nuestra ciudad y trajo unos regalos para la pequeña de parte de Mario Castro, porque dejó en él una huella profunda.
“Estoy muy emocionada de ver otra vez a mi amigo (Jonathan Hoard), aunque solamente habla inglés”, comenta Clara, la pequeña xalapeña que inspiró a los maestros del jazz y que fue una invitada especial en el Concierto del Coro Góspel del Xalapa Jazz Festival.
