El día después de que Gran Bretaña votó a favor de dejar la Unión Europea, la londinense Mary Crossley, de 69 años, recibió una llamada telefónica de su hija, quien estaba bastante molesta.
“Nos arruinaste, mamá”, le dijo su hija, quien tiene 31 años.
Crossley y su esposo Barry votaron a favor de la salida británica del bloque de 28 países, el llamado Brexit. La hija votó para permanecer en la UE ante el temor de que la crisis económica derivada por el Brexit afectara el negocio de su esposo.
No fue una pelea seria. Aun así, la angustia familiar intergeneracional es un ejemplo de cómo el referéndum de la semana pasada hizo más que enfrentar a los que estaban a favor o en contra de irse. En muchos casos, también enfrentó a jóvenes contra ancianos.
En entrevistas con The Associated Press, británicos de entre 20 y 30 años describieron desacuerdos entre padres euroescépticos e hijos con mentalidad más internacional. Los desacuerdos más fuertes terminaron en llamadas telefónicas enfurecidas, mensajes de texto acusadores y, en una o dos ocasiones, padres e hijos que no se hablan desde que se dieron a conocer los resultados del referendo.
Los motivos de pleitos familiares son tan diversos como las mismas familias, pero para muchos partidarios jóvenes a favor de permanecer, fue la idea de ver a sus padres cerrarle las puertas a Europa lo que les molesta, sobre todo cuando la generación británica de la postguerra se prepara para legar a sus hijos una deuda nacional de más de mil 600 billones de libras (2 mil 100 billones de dólares).
Las encuestas muestran una evidente división entre jóvenes y ancianos británicos en relación al Brexit. Una encuesta de Ipsos MORI señala que 64 por ciento de aquellos entre los 18 y 35 años estaban a favor de permanecer, mientras que 60% de aquellos mayores 54 años apoyaron el Brexit. La encuesta telefónica se llevó a cabo entre el 21 y 22 de junio y tenía un margen de error de 4 puntos porcentuales.
Un experto indicó que había una evidente brecha generacional, pero agregó que era normal en todas las elecciones.
“Es totalmente esperada la cuestión generacional, pero aquí se resalta porque el resultado general era muy inesperado”, dijo Justin Fischer, un profesor de ciencias políticas en la Universidad Brunel en Londres.
Sin embargo, algunos británicos no se compran la idea de que el referéndum fue una competencia entre jóvenes y viejos.
“Todos mis abuelos votaron para permanecer”, dijo Andy Martin, un estudiante de 23 años de Londres. Martin dijo que se sentía devastado por el voto: “Es la primera vez que la política me hace llorar”, pero dijo que la prensa no debería exagerar el tema de la lucha generacional.