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AP

Aunque su precio es muy elevado, el diamante más grande que se haya descubierto en más de un siglo podría tener que venderse más barato.

No hubo comprador el martes para el Lesedi la Rona, del tamaño de una pelota de tenis, un resultado decepcionante para una gema que David Bennett, el presidente de la división de joyería de la casa de subastas Sotheby’s, describió como “un hallazgo único en la vida”.

El diamante fue desenterrado en noviembre pasado en Botswana, en una mina propiedad de la canadiense Lucara Diamond Corporation. Midió mil 109 quilates, el segundo diamante con calidad de gema más grande que se haya descubierto jamás. Su nombre significa “nuestra luz” en idioma tswana.

La subasta alcanzó los 61 millones de dólares, señaló una portavoz, muy por debajo de los 70 millones a los que aspiraba Sotheby’s.

Nunca se había subastado un diamante en bruto de este tamaño, y luego de la frustrada subasta no está claro que eso vaya a suceder en un buen rato.