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Notimex

Al menos cuatro policías murieron y otros cinco resultaron heridos en un atentado suicida perpetrado este lunes cerca de Al Masyid al Nabaui (la Mezquita del Profeta), la segunda más sagrada del islam y ubicada en la ciudad saudí de Medina, informó el Ministerio saudí del Interior.

Los agentes de seguridad sospecharon de un hombre que se dirigía a la mezquita a través de un aparcamiento y este, al ser interceptado, detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo.

El portavoz del Interior, Mansur al Turki, indicó que el atentado tuvo lugar poco antes de la oración del atardecer, llamada del Magreb.

Un testigo explicó a EFE que los restos del suicida aparecieron dispersos por el lugar, que fue después cercado por las fuerzas de seguridad. Y la noa del Interior señaló que restos de tres personas fueron hallados en el lugar y están siendo identificados.

Varias fotografías publicadas por el diario Sabq mostraron un pequeño incendio y daños materiales en coches aparcados en el lugar.

La Mezquita del Profeta es la segunda en importancia del islam después de la de La Meca, también en Arabia Saudita, y en ella se dice que está enterrado el profeta Mahoma.

Casi de forma simultánea, otro terrorista suicida acabó con su vida cerca de la mezquita de Al Umran, cerca de un mercado en el centro de la ciudad oriental de Al Qatif, de mayoría chií.

Las autoridades saudíes denunciaron que estos ataques “no respetan ni la santidad del lugar, ni el momento ni a la gente inocente”, aludiendo tanto a las mezquitas como al mes sagrado de ramadán.

Horas antes, un terrorista suicida se hizo estallar cerca del consulado de Estados Unidos en la ciudad costera saudí de Yeda, causando heridas a dos guardias de seguridad.

Hasta el momento ningún grupo ha asumido la autoría de estos ataques.

En el último año se han registrado varios atentados terroristas contra mezquitas chiíes, pero no suníes, que fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Uno de los más graves tuvo lugar en mayo de 2015 en un templo chií de Al Qatif, donde una veintena de personas murieron y un centenar resultaron heridas.