Para obtener un buen alisado, algunas están dispuestas a cualquier cosa, incluido pasarse horas y horas, plancha en mano ante el espejo, alisándose meticulosamente los mechones uno a uno.
La plancha, un recurso eficaz
Para obtener un buen alisado, algunas están dispuestas a cualquier cosa, incluido pasarse horas y horas, plancha en mano ante el espejo, alisándose meticulosamente los mechones uno a uno. Pero, ¡ojo!, las planchas que se venden en tiendas deberían reservarse para el acabado, asegura Céline Dupuy, ya que, si abusamos de ellas, podemos quemarnos el cabello.
El secador, un viejo truco
Volvamos al principio. «Si no podemos permitirnos un alisado en un salón de belleza, podemos sacarle provecho al secado», nos recuerda la experta, quien aconseja alisar los cabellos al máximo distendiéndolos con los dedos mientras nos pasamos el secador. Sin embargo, está claro que este método no hará maravillas en cabellos muy rizados o encrespados.
Leche de peinado
Un último consejo para aquellas que se alisen el pelo en casa: usar leche de termoalisado. Aplicado en cabellos húmedos, este producto ayuda eficazmente a dominarlos de cara a un marcado. Para una noche, nos ofrecerá un resultado a la altura.
En la peluquería
Si estamos buscando un resultado duradero, es mejor ponerse en manos de expertos. Japonés, francés… hoy en día existen numerosos alisados que se adaptan a cualquier tipo de cabello. Eso sí, a mayor eficacia, mayor precio. Sin embargo, Céline Dupuy insiste sobre una cuestión: el interés de ir a la peluquería reside en que se utilizan productos seguros.
Luxter para distender los rizos
Existe una técnica poco conocida llamada luxter que no estira completamente los cabellos, pero sí los distiende. Así, en los muy rizados o encrespados, podemos aplacar los rizos. ¿La ventaja, según Dupuy? Que el luxter cuesta la mitad que un alisado japonés y puede realizarse una media de dos veces al año. Su aplicación requiere entre dos y tres hora de peluquería. Al igual que el alisado japonés, el luxter es permanente, o sea, efectivo en cabellos tratados hasta que crezcan las raíces. Puede aplicarse tanto en cabellos naturales como teñidos o ligeramente decolorados. En cambio, se desaconseja en cabellos con mechas o sensibles.
Alisado francés: cuida y distiende
Dupuy propone un alisado francés para quienes deseen un tratamiento combinado con el alisado. El alisado francés, que es un poco más asequible que el alisado japonés, distiende y nutre el cabello. Como hermano pequeño del alisado brasileño y, al igual que este, enriquecido con queratina, controla los rizos, acaba con el encrespamiento y facilita el marcado. Aguanta unos cuatro o cinco meses (mientras crece el pelo).
Alisado japonés: resultado de excepción
Por último, si queremos obtener un resultado inigualable, el alisado japonés constituye la solución radical: apto para cabellos naturales a ligeramente decolorados, resulta tan eficaz en cabellos ondulados como en los muy rizados. Utilizando dos productos, un reductor y un fijador, primero se distiende el cabello. Luego, se seca y se le pasa el alisador de placas cerámicas para darle la nueva forma. Para mantener este alisado, basta con retocar las raíces cada seis meses y alisar cada tres meses la zona que rodea el rostro. Importante: el alisado japones no debe realizarse en cabellos muy estropeados.