El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró hoy que las recientes muertes de ciudadanos negros a manos de policías es síntoma de “retos mayores”, como las desigualdades raciales del sistema judicial y la desconfianza de las minorías en las fuerzas del orden.
En un mensaje en su página de Facebook, Obama lamentó los casos de Alton Sterling, un hombre negro de 37 años muerto el martes en Baton Rouge (Luisiana) a manos de dos policías blancos, y del joven Philando Castile, que perdió la vida anoche en Falcon Heights (Minesota) en otro incidente con agentes que le detuvieron por una infracción de tránsito.
“Hemos visto estas tragedias demasiadas veces y nuestros corazones están con las familias y las comunidades que han sufrido una pérdida tan dolorosa”, subrayó Obama, que hoy emprendió el que probablemente sea su último viaje a Europa como presidente para participar en una cumbre de la OTAN y después visitar España.
El Departamento de Justicia, encargado de investigar crímenes raciales, y el Buró Federal de Investigación (FBI), han abierto una averiguación sobre la muerte de Sterling, grabada con la cámara de un teléfono móvil y cuyas escalofriantes imágenes han provocado numerosas protestas.
El gobernador de Minesota, Mark Dayton, pidió hoy al Gobierno que abra una investigación similar sobre lo ocurrido en su estado.
“Independientemente del resultado de tales investigaciones, lo que está claro es que estos disparos mortales no son incidentes aislados”, consideró Obama, que ha tomado numerosas iniciativas para restaurar la confianza de las minorías en las fuerzas del orden y acabar con la militarización de la Policía.
“Ellas (las muertes de afroamericanos) son sintomáticas de retos más amplios dentro de nuestro sistema de justicia criminal, las disparidades que se mantienen en todo el sistema año tras año y la consiguiente falta de confianza que existe entre la Policía y muchas de las comunidades a las que sirven”, subrayó Obama.
“Admitir que tenemos un serio problema no contradice de ninguna manera nuestro respeto y aprecio por la gran mayoría de los agentes de policía que se juegan la vida para protegernos diariamente”, añadió Obama, cuya llegada a la Casa Blanca en 2009 se interpretó como una señal del fin de la discriminación hacia los negros.
No obstante, ha sido en su segundo mandato cuando le ha tocado a Obama afrontar el tema del racismo.
En julio de 2013, ofreció un discurso muy personal y sincero desde la Casa Blanca en el que reconoció que podría haber sido “su propio hijo” el joven negro Trayvon Martin, de 17 años, y que en 2012 murió por los disparos del ex vigilante de seguridad blanco George Zimmerman, absuelto de toda acusación.
Desde entonces y especialmente desde la muerte en agosto de 2014 del joven negro Michael Brown en Ferguson (Misuri), el mandatario ha tenido que enfrentarse a numerosos momentos cargados de tensión racial debido a la muerte de más ciudadanos negros tras encuentros con la Policía.