Aunque el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) haya cambiado la forma de medir la pobreza, en México no se borrarán a los pobres ni mejorarán los ingresos por decreto estadístico, advirtieron más de 60 organizaciones que integran la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP).
El pasado viernes, el Inegi decidió, de manera unilateral y sin informar previamente, la nueva forma en que se captarían los ingresos de los más pobres.
En su publicación del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2015, documento a partir del cual Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publicaría en las siguientes dos semanas los resultados de pobreza nacional y estatal, el Inegi realizó un cambio en las variables de medición.
El Instituto recalcó que el Módulo mantenía el diseño conceptual y estadístico de siempre, pero con “acciones instrumentadas para mejorar la captación del ingreso en campo que hacen que el Módulo de este año no sea comparable con los ejercicios estadísticos previos”.
Aunado a ello, se encontró que esos cambios fueron más evidentes en los números de la población más pobre del país, ya que según el Inegi, en el último año, los ingresos de éstos aumentaron 33.6 por ciento y que la captación del ingreso de los hogares en México ascendió a un billón 524 mil 262.5 millones de pesos, pero aclaró que la información disponible no era comparable con los módulos de condiciones socioeconómicas previos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH).
De acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, el cambio que hizo el Inegi resulta de un ejercicio estadístico, pero no mejora los ingresos de las personas, además reclamó al órgano por no haber informado a la sociedad sobre esta decisión.
“El Instituto debió haber informado de esta ‘mejora’ desde que se tomó la decisión en 2015, no sólo a su ‘cliente’ el Coneval, sino a su dueño: la sociedad mexicana”, expusieron las organizaciones en un comunicado.
Las sorpresas, dijeron, no ayudan a la credibilidad y por el contrario, fortalecen el ambiente de suspicacia que permea en muchos temas, y que hasta ahora no había afectado a estas dos instituciones del Estado (Coneval e Inegi).
“La autonomía de Inegi no es pretexto para la autarquía y la opacidad. Resulta altamente cuestionable cambiar la metodología sabiendo que cambiarán los resultados sin avisar y explicar de antemano”, mencionaron.
La Acción Ciudadana Frente a la Pobreza exigió al Gobierno políticas efectivas y serias frente a la pobreza y la desigualdad.
“Si la pobreza era y es menor en México, sigue siendo demasiada para un país con nuestro nivel de desarrollo económico. Invitamos a ya iniciar los diálogos para construir ya una estrategia de Estado frente a la pobreza y la desigualdad. Este diálogo se puede dar en el marco de la adopción de las metas nacionales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS) comprometidos por México en la ONU en Septiembre de 2015”, expresaron.
Advirtió que los niveles de desigualdad no han cambiado en México, al contrario, “es mucho mayor al reportado”.
“Necesitamos una política efectiva para cerrar brechas de desigualdad en el ingreso y en el ejercicio de los derechos sociales. Esta debe ser la base de una nueva política de inclusión y cohesión social”, demandaron.
Las organizaciones exigieron al Inegi que explique sus decisiones y evite tomarlas en el futuro sin transparencia y sin involucrar a los actores interesados.
“Debe ahora [el Inegi] explicar con precisión en qué se modificó el trabajo de campo para captar mejor los ingresos más bajos. Si los datos no son comparables, no hay manera de resolver esto con ejercicios, simplemente asumirlo e iniciar una nueva cuenta”, reclamaron.
También solicitaron al instituto dirigido por Julio Alfonso Santaella Castell, se transparente la aplicación de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) y el Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS) 2016 que inician en agosto.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza destacó que las mejoras siempre serán bienvenidas, pero advirtió que resulta una gravísima irresponsabilidad hacerlas en temas polémicos como la pobreza, sin informar previamente y sin involucrar desde el principio y seriamente a expertos independientes y a la sociedad civil interesada.
“No se han presentado documentos técnicos que expliquen la mejora del trabajo de campo del Inegi”, sostuvo.
PRI Y GOBIERNO OCULTAN POBREZA
Especialistas en bienestar social señalaron que los intereses políticos terminaron por perjudicar la labor del Inegi y su relación con el Coneval.
Una mejoría que hubiera sido imposible con un levantamiento que se hubiese hecho con los mismos criterios del 2014, aseguraron especialistas, y que ahora complica la tarea de hacer comparables los niveles de pobreza con los de años anteriores.
“En algunos casos esto tiene solución. Por ejemplo, si es un cambio metodológico que se pueda aplicar a los datos de años anteriores, se pueden reconstruir hacia atrás las cifras. Eso lo hace el Inegi cuando cambia los años base de los Índices de Precios. Pero en este caso no hay solución. Porque si fuese una mejoría en el trabajo de campo, eso, hacia años anteriores, no se puede mejorar”, dijo Julio Boltvinik Kalinka, investigador del Colegio de México en una entrevista con SinEmbargo.
Siete meses atrás, los partidos de oposición en el Senado vieron en Julio Santaella Castell un peligro contra la naturaleza técnica del Inegi por su cercanía con las cúpulas priistas.
Con el apoyo presidencial y de los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el ex funcionario del Banco de México fue ratificado como miembro de la Junta de Gobierno del Inegi. Un paso previo en su camino seguro hacia la presidencia de la dependencia.
Las modificaciones en el levantamiento del MCS 2015 sucedieron antes de que Santaella llegase a la institución. La obtención de datos tuvo lugar del 11 de agosto al 28 de noviembre del año pasado. Pero, Santaella sería también responsable del manejo posterior de los indicadores.
“Santaella declaró que habían cortado datos de los hogares con ingresos sospechosamente bajos. Eso no sería un problema de trabajo de campo. Aparentemente, lo que hicieron fue rasurar la base de datos. Dijo que se iba acercar al Coneval para ponerse de acuerdo y poder hacer comparables estos índices con los anteriores. Pero si no lo logran, eso significaría la desaparición del Coneval. Porque no podría seguir midiendo la pobreza. Y si no hace eso, no cumpliría con la mitad de sus dos funciones: medir los programas sociales y la pobreza. Volveríamos a la prehistoria del país”, dijo Boltvinik Kalinka.
Un velo de opacidad es lo que el titular del Inegi ha dejado sobre las dudas de cómo el Inegi levantó la información, expuso Clara Jusidman Rapoport, presidenta fundadora de la asociación civil Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (INCIDE Social).
“Los cambios se dieron previo a su llegada, pero ahora que está en el cargo porque no transparenta. ¿Por qué no se dio el procedimiento tradicional de discutir el formulario y ahora tampoco se quiere dar la información? Hay una opacidad en la entrega de datos. A mi me parece que es un golpe a una institución que se había ganado la confianza. Por muchos años el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU le reclamaba a México una medición confiable de la pobreza. Y esto es un retroceso a los avances en los últimos ocho años. Pareciera que no hay transparencia ni para el Coneval”, consideró.
Esta discusión sobre la aparente desaparición de la pobreza de un “plumazo” llegó al Senado. Mario Delgado Carrillo, Senador inscrito al Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró que no era posible que el 10 por ciento de la población más pobre iniciará a reportar un incremento del 30 por ciento de su salario.
“Carece de sentido en el contexto de los otros indicadores económicos, en una economía con bajo crecimiento y enormes desigualdades resulta difícil pensar en un incremento de ingreso de esa magnitud sin poner en duda las intenciones en las que se vio producido el dato”, insistió.
Esta no es la primera vez que funcionarios al frente de instituciones encargadas de obtener los datos confiables sobre la pobreza inician procesos de “maquillaje”, expuso el académico Boltvinik.
En el sexenio de Fox estas practicas fueron comunes, apuntaló: “Santaella es un empleado de Peña Nieto. Cosa que no era Sojo [en referencia a Eduardo Sojo Garza-Aldape, ex titular del Inegi], quien fue nombrado en el periodo de Calderón. Tenía autonomía para publicar los resultados. Pero ahora volvemos a los a tiempos de Fox. Cuando se modificaron los resultados de pobreza. En ese entonces los cachamos”.