El cemento representa en promedio un 5.6 por ciento del costo directo de construcción y un máximo del 4.3 por ciento al precio final promedio de una vivienda en México, reveló un estudio del Tecnológico de Monterrey.
La institución privada señaló que el estudio concluye que la diferencia en el precio final de la vivienda por estados en México proviene más de los elementos particulares de la localidad en el territorio nacional.
Esto implica que ante un aumento de 10 por ciento en el precio del cemento, el costo de construcción y precio final de una vivienda aumentarían 0.56 por ciento y 0.4 por ciento, respectivamente, indicó.
Según el estudio, el impacto del costo del cemento varía según la categoría de vivienda, con un rango desde 1.2 por ciento hasta 9.8 por ciento, aglomerando categorías.
Sin embargo, apunto, se concluyó que de 2004 a la fecha, el cemento y el concreto han sido de los materiales de construcción con menor inflación acumulada en sus precios, por lo que los precios de estos materiales no han repercutido sustancialmente en los costos de construcción residencial.
La institución refirió que la maquinaria y equipo, la mano de obra, el costo del terreno y otros factores externos ajenos a la construcción, como los márgenes de utilidad, trámites y costos financieros, fueron identificados como factores de alta influencia en el precio de la vivienda.
El estudio también reveló que el cemento y el concreto han contribuido con 0.4 puntos porcentuales a los 3.5 puntos porcentuales de crecimiento anual promedio del costo de la construcción residencial desde que la crisis de vivienda comenzara en 2012, según estimaciones con las series de precios públicas.
Mencionó que en el caso del precio final de la vivienda, los precios del cemento y del concreto habrían aportado tan sólo 0.1 puntos porcentuales a los 5.5 puntos porcentuales que ha incrementado el precio final de la vivienda en los últimos cuatro años, según dichas estimaciones.
De igual forma, apuntó, el estudio calculó la correlación lineal en las entidades federativas, ordenándolas de mayor a menor en cuanto a los precios de la vivienda en los últimos ocho años y en sub-periodos dentro de ese horizonte.
Expuso que el estudio encontró que no hay una relación significativa entre éstos y los indicadores de insumo, como los costos de la construcción en general, ni con los costos de los materiales o de la maquinaria y el equipo rentado, o de la mano de obra.
Estos datos, señaló, apuntan a que la diferencia en el precio final de la vivienda por estados en México proviene más de los elementos particulares de la localidad.
Tales elementos son la microestructura y los márgenes de ganancia de la industria de desarrolladores y empresas inmobiliarias, los costos del terreno y los protocolos, y demás transaccionales que se requieren según la plaza, concluyó.