John W. Hinckley, el hombre que tiroteó al Presidente Ronald Reagan en 1981, será liberado y saldrá de un hospital psiquiátrico, luego de 35 años del intento de asesinato, según ordenó hoy un juez federal de Estados Unidos.
Hinckley, de 61 años, ya no supone una amenaza para él o para otras personas y podrá salir del Hospital St. Elizabeth’s de Washington el próximo 5 de agosto, aunque estará sujeto a condiciones de tratamiento y supervisión, afirmó el juez Paul L. Friedman en un dictamen emitido en la capital estadounidense.
El 30 de marzo de 1981, Hinckley abrió fuego contra Reagan a las puertas del hotel Washington Hilton, del que salía el entonces Presidente de EU tras pronunciar un discurso, y una bala le perforó un pulmón.
Otra bala no rozó por poco el corazón del mandatario republicano, quien se recuperó de las heridas en un hospital.
Hinckley, que tenía 25 años cuando llevó a cabo el tiroteo, hirió a Reagan; a su secretario de prensa, James Brady; al agente del Servicio Secreto Tim McCarthy y al policía de Washington Thomas Delahanty.
Aunque todos sobrevivieron al ataque, Brady quedó paralítico como resultado del balazo en la cabeza que recibió y, hasta su muerte en 2014, dedicó años a exigir un mayor control de las armas de fuego en el país.
Hinckley alegó que disparó contra Reagan para tratar de impresionar a la estrella de Hollywood Jodie Foster, objeto de su obsesión tras visionar repetidas veces la famosa película “Taxi Driver”, de cuyo reparto formaba parte la actriz.
Tras un juicio de ocho semanas, un jurado federal declaró en junio de 1982 a Hinckley no culpable, por demencia, de los trece cargos que se le imputaban, lo que provocó reacciones airadas de la ciudadanía.