El Papa Francisco condenó este sábado la «devastadora ola de terrorismo» y guerra que está golpeando al mundo e instó a una multitud de jóvenes congregada a que no sean indiferentes al sufrimiento de otros.
El Pontífice, que pondrá fin el domingo a un viaje de cinco días a Polonia, realizó una escala imprevista en la iglesia de San Francisco de Asís en Cracovia para recitar una oración por la paz.
Toquen los corazones de los terroristas, para que puedan reconocer la maldad de sus acciones y puedan volver al camino de la paz y el bien, del respeto por la vida y por la dignidad de cada ser humano, sin importar su religión, origen, riqueza o pobreza», afirmó en la plegaria.
Cuando comenzó su periplo el miércoles, Francisco dijo que una serie de ataques recientes, entre ellos el asesinato de un sacerdote en Francia por supuestos militantes islámicos, son una prueba de que el «mundo está en guerra«, aunque no está causada por la religión.
Desde la iglesia, el Papa argentino se trasladó a un vasto campo a las afueras de la ciudad, donde se dirigió a cientos de miles de jóvenes en Cracovia con motivo de un encuentro internacional de jóvenes católicos.
Allí, tras contemplar representaciones bailadas de historias de lucha, conflicto y redención, escuchó a un joven representante de la ciudad siria de Alepo diciendo: «¿Dios, dónde estás? ¿Existes?«.
En respuesta, Francisco pidió rezar por Siria y otras zonas en conflicto y dijo: «Tenemos que darnos cuenta de una vez por todas de que nada justifica el derramamiento de sangre de un hermano o hermana». Instó, asimismo, a que los que tienen una posición más cómoda no permanezcan ajenos al sufrimiento de otros. «Los tiempos que vivimos no necesitan jóvenes vagos», señaló.
Más temprano, se dirigió a los sacerdotes y obispos polacos para instarles a vivir vidas más sencillas, a centrarse en los más necesitados y rehuir las ambiciones mundanas.