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Excélsior

Durante la presidencia de Porfirio Díaz el desarrollo del puerto de Veracruz fue motor económico del país, a 100 años de distancia, el mismo recinto se prepara para crecer un 300 por ciento, convirtiéndose además en uno de los complejos portuarios más importantes de Latinoamérica.

Aunque físicamente es posible el ingreso de grandes barcos, el avance de estos, demanda de más inversión económica para las navieras, debido al incremento de personal táctico y remolcadores que agilicen el acceso al punto de atraque sin que se afecte a la embarcación o al entorno marítimo.

La movilidad actual del puerto comprende un 30 por ciento del movimiento de contenedores de carga en todo el país.  

La  rudimentaria y compleja operación de ingreso al histórico puerto jarocho, produce pérdidas económicas millonarias para el sector comercial del país, ya que ante la llegada de barcos de nueva generación (mayores a 370 metros de longitud), su potencial queda en desventaja en comparación con otros complejos internacionales.

Además de los beneficios comerciales que traerá consigo la ampliación, también se prevé que la oferta turística crezca, ya que el desarrollo  de la infraestructura permitirá mejorar la conectividad con otros puertos del Pacífico y del Golfo.

LA INVERSIÓN

La primera etapa de ampliación iniciada oficialmente en 2015, con la obra de la escollera poniente, podrá quedar finalizada en 2018, tiempo para el cual se podrá recibir a las primeras embarcaciones de nueva generación.

La inversión global de la primera fase es de 69 mil 600 millones de pesos, de los cuales 18 mil 700 recursos públicos aportados por el gobierno federal, mientras que 41 mil millones corresponden a una aportación el sector privado.