El presidente estadunidense, Barack Obama, dijo que las insinuaciones del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, de que las elecciones de noviembre están “amañadas” son “ridículas” y “no tienen sentido”.
En su rueda de prensa antes de las vacaciones de verano, desde el Pentágono, Obama subrayó que los comicios, frente a lo que ha sugerido el aspirante republicano, “no están amañadas”.
“Si Trump llega al día de las elecciones con 10 o 15 puntos de ventaja (en las encuestas) y acaba perdiendo, entonces podrá plantear algunas dudas, pero eso, por el momento, no ha pasado”, añadió Obama, en referencia a los últimos sondeos que dan ventajas en estados clave a la demócrata Hillary Clinton.
“Todos tenemos un voto por persona (…). Al final la decisión dependerá de los estadunidense colectivamente”, apuntó Obama, que apuntó que, si Trump gana, su responsabilidad será tener “una transferencia de poder a esa persona y que se haga con éxito”.
El presidente recordó que la potestad de establecer mecanismos electorales, como colegios o tipo de urnas, recae en los estados y autoridades locales y que el papel del Gobierno federal se limita a asegurarse de que no hay máquinas que puedan ser pirateadas o procesos que no respetan los derechos civiles.
“Que el señor Trump sugiera que hay una conspiración en todo el país, incluido en estados como Texas, donde los demócratas no están al cargo, eso es algo ridículo”, señaló el mandatario.
El presidente tampoco se opuso a que Donald Trump reciba información clasificada para prepararse si es elegido presidente, pero le recordó que no puede airear lo que se le cuenta.
“Vamos a seguir la ley, los nominados a presidente necesitan los informes de seguridad para que, si llegan a presidente, no empiecen de cero”, explicó Obama.
“Se le ha dicho que (las reuniones) son clasificadas y debe actuar como un presidente, y recibirlos (los informes) y no contar lo que en ellos se dice”, advirtió Obama.
Algunos analistas han recomendado que Obama niegue a Trump acceso a información clasificada, que tradicionalmente se provee a todo candidato presidencial de los dos grandes partidos, por la incapacidad del magnate de ser discreto.
Visiblemente incómodo con las preguntas sobre la dudas sobre las capacidades de Trump para ser presidente, Obama zanjó: “que cada uno se forme su propio juicio sobre él”.
“Formen su propio juicio sobre si puede gestionar asuntos como las armas nucleares. Ya saben que tengo opiniones muy claras sobre los dos (Clinton y Trump). Una es positiva y la otra no tanto”.