La presidenta del Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE), Tibisay Lucena, dijo que de cumplirse todos los requisitos para que se pueda realizar la recolección de 20% de los apoyos para convocar el referendo revocatorio será a finales del próximo octubre.
Una vez que se recaben esos apoyos, el CNE debe convocar el referendo en un plazo no superior a 90 días por lo que, si se extienden los plazos al máximo, el referendo tendría lugar a finales de enero, fuera del plazo para la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales.
El anuncio de la presidenta del Poder Electoral pone a los opositores al borde del límite para que una virtual convocatoria del referendo pueda efectivamente cesar al presidente Nicolás Maduro antes del 10 de enero de 2017, cuando vence el plazo en el que podrían convocarse nuevas elecciones.
Los opositores, que iniciaron los trámites de este referendo a mediados de abril, lograron formalizar hace una semana la solicitud de la convocatoria al revocatorio, un paso que representó la mitad del camino por recorrer y para el que han empleado casi 120 días.
La opositora Mesa de la Unidad Democrática convocó para el 1 de septiembre una gran marcha denominada “la toma de Caracas” para exigir la fecha del 20% de las firmas. El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, ratificó que “la Gran Toma a Caracas sigue en pie. Nos estamos organizando todos para venir de todos los rincones del país a Caracas. La movilización del 1 de septiembre no será una más. El pueblo no se moverá por 10 o 12 horas por una marcha más. Ya he visitado 12 estados y toda la gente pide cambio. La marcha de ese día es en defensa a la Constitución y la democracia”.
Crisis política
Si el referendo se hiciese después del 10 de enero de 2017, aunque su resultado condujera al cese del mandato de Maduro, el chavismo continuaría en el poder y no se celebrarían nuevas elecciones porque, de acuerdo a la legislación, si la falta absoluta ocurre después de la mitad del mandato, su puesto debe ser ocupado por el vicepresidente.
