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DPA

El candidato presidencial republicano Donald Trump acusó hoy a la prensa de tergiversar sus palabras tras la polémica suscitada en Estados Unidos después de que el millonario sugiriera que los estadounidenses pro-armas podrían frenar a su rival, la demócrata Hillary Clinton.

“Los medios están desesperados por distraer (la atención) de la posición anti-Segunda Enmienda de Clinton. Lo que dije es que los ciudadanos partidarios de la Segunda Enmienda deben organizarse y salir a votar para salvar a nuestra Constitución”, aclaró Trump en su cuenta de Twitter.

Trump provocó un terremoto político el martes en Estados Unidos después de que advirtiera a sus seguidores en un mitín en Wilmington (Carolina del Norte) que si Clinton gana las elecciones en noviembre, nombrará a jueces progresistas anti-armas para el Tribunal Supremo que abolirán la Segunda Enmienda.

“Hillary quiere abolir, básicamente abolir la Segunda Enmienda. Por cierto, si ella llega a elegir jueces, no hay nada que ustedes puedan hacer. Aunque la gente (defensora) de la Segunda Enmienda puede que sí (pueda hacer algo), no lo sé”, señaló el candidato republicano.

La campaña de Clinton, políticos demócratas y muchos medios estadounidenses interpretaron las confusas declaraciones de Trump como un llamamiento a la violencia contra su adversaria política.

“Todo el que busque la presidencia debería hacer todo lo posible para no consentir la violencia”, escribió el candidato demócrata a la vicepresidencia Tim Kaine en Twitter.

La senadora demócrata Elizabeth Warren también atacó en esa red social al magnate. “Donald Trump amenaza de muerte porque es un cobarde patético que no puede aceptar el hecho de que está perdiendo frente a una mujer”, dijo Warren.

“Sus comentarios irresponsables suenan como los de un dictador de tres al cuarto. No un hombre que quiere liderar la democracia más grande del planeta”, añadió la senadora demócrata.

En Estados Unidos, un país donde hay más de 300 millones de armas de fuego en circulación, cuatro presidentes han sido asesinados (Abraham Lincoln, James Garfield, William McKinley y John F. Kennedy) y varios han sufrido atentados, entre ellos Ronald Reagan.