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Publimetro

Abbey D’Agostino y Nikki Hamblin fueron las grandes protagonistas de una postal en los Juegos Olímpicos de Río 2016 que quedará inmortalizada por su valor deportivo.

Ambas chicas competían en la primera fase de los cinco mil metros planos. Cuando acababan de dejar atrás el tercer kilómetro, se vieron envueltas en un incidente que las alejó de la clasificación a la final que se celebrará el próximo 19 de agosto.

La estadounidense D’Agostino quisó realizar un rebase, pero chocó con otra competidora y se fue al suelo, a donde se llevó a la neozelandesa Hamblin.

Aunque sus rostros reflejaban impotencia y dolor, la chica del país de las barras y las estrellas ayudó a su rival a levantarse para redimirse de su error.

La oceánica agradeció el gesto de la estadounidense y logró incorporarse.

Pero cuando ambas se disponían a continuar en la carrera, ahora fue D’Agostino la que mostró problemas en una rodilla que la llevaron nuevamente al césped.

Entonces, la neozelandesa regresó para ayudar a Abbey; además de que le dio algunas palabras de aliento para continuar la carrera.

D’Agostino tardó más en recuperarse, por lo que Hamblin optó por adelantarse. Si ya estas imágenes serán inolvidables, la historia tuvo un broche de oro, cuando la neozelandesa espero en la meta a la estadounidense para fundirse en un cálido abrazo ante la ovación de los asistentes.

Hamblin fue la penúltima de la prueba con un tiempo de 16:43.361, más de minuto y medio después del ingreso a la meta de la líder Almaz Ayana.

En tanto, la estadounidense finalizó la prueba con un tiempo de 17:10.02, como la última de la eliminatoria.

Aunque sus marcas les impidieron llegar a la última instancia de la prueba, los gestos deportivos que tuvieron D’Agostina y Hamblin les reservarán un lugar en la historia del olimpismo.