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SinEmbargo/ViceMedia

Las clases de educación sexual son un momento excepcional en la vida de los jóvenes preadolescentes. Desde 2001, tres sesiones al año se han vuelto obligatorias entre la escuela primaria y la preparatoria en Francia. Todavía recuerdo la sensación de asco cuando, a los 14 años, escuché a mi profesor de biología —que tenía alrededor de 60 años—pronunciar la palabra “pene”. Esta vergüenza refleja el malestar que aún permea nuestro sistema educativo en relación con el sexo. Hay que decir que incluso en la actualidad, un curso de educación sexual en la preparatoria sólo reproduce diapositivas de los modelos anatómicos de penes y vaginas, comentadas por una persona de 65 años, para adolescentes de 14.

Es hora de revisar los libros de texto; es más o menos la misión que se impuso Odile Fillod, una investigadora independiente que tuvo la idea de crear un modelo 3D del clítoris, que se puede imprimir en tamaño real. Este objeto se exhibe en el Fab Lab del Museo de Ciencia e Industria de París. El objetivo no es hacer una obra de arte contemporánea que se almacene entre un desnudo de Shia Leboeuf y una cubeta llena de mierda en una galería de arte en Le Marais, sino más bien crear algo que se distribuya en las escuelas de Francia para mejorar la educación sexual de los futuros adultos. Cuando la contacté, Odile Fillod me explicó que esperaba “que la capacidad de imprimir un clítoris 3D ayude a los maestros y educadores que batallan para hablar con sus estudiantes”.

Como explica el portal Doctissimo, la educación sexual francesa comienza a partir de la escuela primaria con los aspectos generales de la reproducción y la procreación. En la secundaria, entramos con un poco más de violencia en los detalles con el descubrimiento de enfermedades de transmisión sexual, los cambios asociados con la pubertad y la función de los órganos sexuales. En la preparatoria, hay un curso amplio sobre la anticoncepción. De hecho, la educación sexual para los niños franceses en la escuela está basada principalmente en una forma de prevención y listados de las técnicas que poseemos. Nunca es una cuestión de abordar el tema del placer, especialmente para las niñas.

Los libros de texto a menudo ignoran el clítoris o no tienen ninguna idea de cómo mostrarlo. “En general se cree que es una especie de grano pequeño de 1 ó 2 centímetros de largo y esto es lo que muestran en los diagramas”, dice Fillod. Y añade: “el nivel de la educación sexual en Francia nunca ha tenido una evaluación adecuada, pero los pocos estudios existentes sugieren que es muy baja”. De hecho, el Consejo Superior para la Igualdad —que supervisa, para bien o para mal, la igualdad de género en Francia— publicó un informe bastante dramático en junio pasado sobre el estado de la sexualidad en Francia, la cual considera particularmente sexista. No es algo nuevo, pero de hecho existe un sexismo que se establece en la infancia.

Hoy en día, la educación siempre presenta a la vagina como el equivalente del pene masculino, cuando en realidad no son similares. El clítoris tiene el mismo origen embriológico que el pene y funciona exactamente de la misma manera (su congestión es el principal componente de la excitación sexual) y desempeña el mismo papel en el placer. la educación sexual básica no parece poner a las mujeres y los hombres en igualdad de condiciones, como me explicó Fillod: “Las representaciones de la sexualidad en su mayoría permanecen enfocadas en los órganos sexuales masculinos. Las prácticas que no movilizan a un pene erecto no son vistas como sexo “verdadero”. En condiciones naturales, la erección y la eyaculación son necesarias para la fertilización, lo que invita a centrarse en los mecanismos de excitación y del orgasmo masculino. Por el contrario, que una mujer esté excitada o no, o que tenga un orgasmo, no juega ningún papel en la fertilización, así que podemos pasarlo por alto olímpicamente. También se ignora al clítoris, probablemente porque está casi oculto en su totalidad”.

Excepto que para el sexólogo Jacques Weynberg del Instituto de Sexología en París, ese no es el problema. “¡Es un problema político! La educación sexual está en los libros de texto para que la religión no sea la única que hable de ella. Son pioneros”. Por lo tanto, la educación sexual es una mera cortina de humo, que sólo está presente para contrarrestar a la religión y permitir que el Estado no tenga la necesidad de justificarse.

También añade “La educación sexual sólo trata los aspectos morales y de salud del sexo, no le interesa el placer. Y no parece que esté cambiando. ¿Quién quiere hablar de esto con muchachos de 13 años?”

En estas condiciones, es lógico que los entusiastas del clítoris estén bastante activos en este momento. En Niza, el blog Les Infemmes creó recientemente un fanzine titulado El acordeón del clítoris. Hay diseños bastante cool en él, incluyendo el “Clítoris Drácula”, el “Clítoris punk”, e incluso los “Villancicos navideños del clítoris”. Así que hasta que todas las clases de biología estén llenas de clítoris de plástico que se pueden manejar con cuidado, es una forma tan buena como cualquier otra para aprender sobre la anatomía del 50 por ciento de los habitantes del planeta. De lo contrario, puedes imprimir en 3D tus propios clítoris perfectos aquí.