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AP

La investigación sobre la muerte de un niño atrapado por un caimán en un hotel de Disney en Orlando reveló que varios huéspedes vieron al reptil antes del ataque y que al menos uno informó a un empleado del establecimiento.

El resultado de la investigación de este caso que conmocionó a Florida está resumido en un sumario de seis páginas difundido por la Comisión para la Conservación de la Fauna y la Pesca (FWC) de Florida y la oficina del alguacil del condado de Orange.

Lane Thomas Graves, de dos años, murió el 14 de junio por «traumatismo craneoencefálico y ahogamiento», tras haber sido arrastrado por un caimán hasta una laguna del Grand Floridian Resort en Orlando, cuando estaba jugando en la orilla.

El examen de los mordiscos que mostraba el cadáver del niño arrojó que el menor había muerto a causa de las graves heridas sufridas por un caimán», indicó la sinopsis de la investigación.

Así ocurrieron los hechos

El informe relata en primer lugar que el pasado 14 de junio el padre del niño, Matt Graves, oyó un chapoteo en el agua y vio cómo en segundos un caimán mordía la cabeza de su hijo y lo arrastraba al interior de la laguna.

El hombre se arrojó de inmediato al agua e intentó, inútilmente, abrir las fauces del reptil, que logró sumergirse con su presa y «desaparecer en el agua».

Varias personas llamaron a la línea de urgencia 911 y, poco después, policías del condado de Orange y expertos del FWC comenzaron la búsqueda del niño «por tierra, agua y aire».

El cadáver del niño fue encontrado al día siguiente sumergido a una profundidad de unos 2.1 metros «cerca de donde tuvo lugar el ataque inicial».

El incidente pudo evitarse

El informe recoge la declaración jurada de un turista de Carolina del Norte, Shawna Giacomini, quien dijo que poco antes del ataque sus dos hijas vieron un caimán en la orilla.

La hija mayor se lo dijo a un empleado del centro», y la familia se dirigió a una tienda. «Cuando regresaron, el ataque se había ya producido», señala el informe.

Otro turista, Jason Ochs, dijo haber observado un caimán desde el balcón de su habitación en el hotel un par de horas antes de que se produjera el ataque. «El animal estaba nadando hacia el sureste del hotel en dirección a la zona de playa», apuntó en su declaración jurada.

Otro turista, Alfred Smith, «observó y fotografió» a un caimán desde el porche del hotel horas antes del accidente.

Según las conclusiones finales, la longitud del caimán era de entre 2.1 y 2.4 metros, «capaz de tomar una presa del tamaño de la víctima», que probablemente confundió con alguna otra presa habitual como «armadillos o mapaches».

Como consecuencia de la búsqueda del cuerpo del niño, se cazaron seis caimanes en las proximidades, a los que se sacrificaron y se practicaron las pertinentes autopsias.