Hace poco, el senador Fernando Yunes Márquez fue víctima de una serie de críticas que pasaron desapercibidas… quisiera pensar que casi nadie las tomó en cuenta, quizás porque fueron en fin de semana o porque simplemente, la muerte de Juan Gabriel conmocionó al pueblo, que fue suficiente para que el asunto de Chiquinando pasara como de humo.
Mas no se espanten, estimados panistas o yunistas… el caso de Chiquinando que motivó las críticas hacia su persona, fue por revelar un rasgo de su personalidad que muy pocos conocían… su lado cremoso, su lado emplumado, su lado milloneta, su lado águila… ¡es americanista!
II
Su twitter fue el que lo echó de cabeza el pasado 27 de agosto: “Triste lo del @ClubAmerica hoy! Ojalá ya se den cuenta que Ambríz no tiene nivel para ser técnico del ave.”
¡Para qué! De inmediato empezó el interrogatorio: “Pensé que apoyaba al equipo de casa”, refiriéndose a los Tiburones Rojos. “No me digas que eres americanista; espero que Miguel Ángel sea cementero, como el color que representa”. Imaginamos que se refiere a su hermano, el alcalde de Boca del Río. “Le veía cara de Cruz Azul”, le dijo otro. Este fue un reclamo duro: “No me diga que es americanista… ahora sí me falla. Los jarochos de corazón somos siempre Tiburón”. ¿Cómo ven éste?: “¿Americanista? ¡Tan bien que ibas!”.
No haga caso Senador, va por buen camino. Manténgase fiel a sus principios y colores.
III
Lo cierto es que el futbol es uno de los deportes favoritos de Fernando Yunes Márquez, tanto, que cuando estuvo en el Colegio de Las Hayas, en Xalapa, participó en un torneo intercolegial, pero con tan mala suerte que cada semana que jugaban, eran golizas de 5-0 o 7-0, las más escandalosas. Al parecer, el equipo había caído en el conformismo.
Entre sus compañeros estaba uno de nombre Aldo. Para mala suerte de Aldo, su padre era un fanático del deporte, le gustaba el balompié (férreo defensa) y el basquetbol. Entonces, cuando cuestionó a Aldo del porqué tan malos resultados y no lo supo explicar, este señor decidió ir a la cancha para verlos jugar y se encontró al «Ochis», un excelente jugador en sus buenos tiempos pero quizás no tan buen director técnico.
Cuando lo vio cómo daba las instrucciones a los jóvenes, entre ellos a su hijo Aldo y a su amigo Fernando, no lo pensó más y tomó las riendas del equipo ¿y qué creen?, ¡hasta lo llevó a semifinales!
Lo curioso de esta anécdota de la patada, es que en esas fechas, el papá de Fernando era secretario de Gobierno, y dicen que cuando supo del ascenso deportivo que tuvo el equipo, Yunes Linares se presentó a un partido para felicitar al nuevo “director técnico” que, curiosamente, meses más tarde habría de convertirse en Diputado Federal… era Domingo Yorio Saqui.
IV
Cuando chavo, dicen que Domingo Yorio Saqui tenía la pata dura en el equipo de la Prepa y practicaba la clásica: Pasa el balón o el jugador, pero no los dos.
Hay una anécdota que platican que en cierta ocasión, asistió a un partido de su equipo pero no jugaba porque estaba convaleciendo. Entonces, un amigo le apostó con plata en mano, que su equipo perdía y la aceptó. De inmediato se puso los zapatos, camisa y short y le dijo su amigo, espantado, sabiendo que acababa de salir de una ligera cirugía: “¿A dónde vas?” y le respondió: “¡A jugar!”… al final del partido, Yorio Saqui ganó la apuesta.
V
¿A qué equipo le va Domingo? En México, a todos menos a Chivas y Pumas… aunque su corazón es Juve, de Turín.
Hacía mucho tiempo que Domingo Yorio no le entraba a las patadas y de repente, fue inmiscuido en un asunto más mediático que otra cosa en lo que a él se refiere. ¿Por qué? Por una cosa muy simple: La información que contiene la dirección de Catastro, donde es titular este papanteco, no es de carácter público y hoy, que el interés es saber cuántas propiedades tiene un funcionario u otro funcionario, hace que a veces, se empañe no sólo la imagen de Domingo, sino hasta el mismo papel del comunicador. La información que tanto interesa ya la tiene la PGR.
Domingo sabe jugar y toma a veces con humor los embates que de un modo u otro, lo han desentumido después de tantos años de no tocar el balón… político. Quienes lo conocen, dicen que como jugador y funcionario, podría meter la pata… ¡pero jamás la mano! Así es, a veces hay que tener humor para tomar las cosas, como dicen que así lo tomó Fernando Yunes Márquez cuando sus seguidores se dieron cuenta de que este Senador todavía puede volar más alto… y no precisamente por ser Águila del América… ¡al tiempo!

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