Turquía ha dejado en libertad condicional a casi 34 mil presos para dejar espacio en las saturadas cárceles del país a los miles de detenidos tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio, informó hoy el ministro de Justicia, Bekir Bozdag.
“Desde ayer por la tarde 33 mil 838 presos y detenidos han sido puestos en libertad”, declaró Bozdag tras una reunión del Gabinete turco, según recoge el diario “Hürriyet”.
Bozdag matizó que los liberados fueron condenados por delitos menores y que su excarcelación no es una amnistía, sino una libertad condicional bajo control judicial en la que la reincidencia sería castigada.
El pasado 17 de agosto el Gobierno modificó dos provisiones en la legislación penal para permitir la salida en libertad condicional de decenas de miles de presos.
Por una parte, si antes podía beneficiarse de la libertad condicional todo preso al que le quedara sólo un año de pena por cumplir, ahora esta medida se extiende a los dos últimos años de la sentencia.
Por otra parte, antes podían acogerse a la liberación anticipada quienes habían cumplido dos tercios de su condena, mientras que ahora se abre esta opción a quienes han cumplido la mitad.
De esta medida se excluyen todos los reos de una decena de delitos graves, como homicidio, agresión sexual, tráfico de drogas, terrorismo, atentado contra la seguridad del Estado o contra la Constitución.
La medida responde, según la prensa turca, a la necesidad de hacer hueco en las ya de por sí saturadas cárceles del país para encerrar a las más de 23.000 personas detenidas a consecuencia del fallido golpe de Estado del 15 de julio pasado.
Aunque inicialmente se había arrestado a 35.000 personas, unas 11.000 han vuelto a ser liberadas, y actualmente hay algo más de 17.000 en prisión preventiva, mientras que unas 6.000 aún esperan la decisión de un juez.
Al amparo del estado de emergencia, la policía tiene hasta 30 días para llevar a un detenido ante el tribunal, que debe confirmar o anular su detención preventiva.