El brote de ántrax que se registró en la norteña península rusa de Yamal se encuentra controlado, aseguró la ministra rusa de Salud, Veronika Skvorsova.
Añadió que todas las personas que fueron contagiadas por la bacteria que genera el padecimiento ya fueron dadas de alta, reseñó un despacho de la agencia Itar Tass.
Los dos mil 572 cadáveres de animales que murieron por la infección han sido eliminados por el ministerio de Defensa, una de las múltiples entidades oficiales rusas involucradas en la erradicación del también llamado carbunco.
Los médicos que participaron en las tareas de atención a los afectados por este brote se encuentran bien, incluida la propia ministra, y están tomando un curso de tres semanas de duración sobre prevención.
Luego de tres semanas del brote, las tareas de descontaminación arrojan que el suelo de la región se encuentra libre del Bacillus anthracis, que se encuentra en el suelo y es el responsable de la enfermedad.
El ántrax o carbunco es una enfermedad poco común que afecta al ganado mayor y menor. Los humanos se contagian por el contacto directo con animales enfermos o productos como lana, cuero o carne de esos animales.
En su inicio, a fines del pasado agosto, microbiólogos y climatólogos atribuyeron al calentamiento global este brote, y de otras afecciones que pudieran producirse.
Explicaron que la península de Yamal se encuentra en la región ártica rusa, en cuyo suelo existen bacterias de ántrax y de otras enfermedades, que el deshielo del permafrost ha literalmente despertado.
El permafrost es una capa de suelo que se encuentra congelado, a temperaturas de cero grados centígrados.
Sergey Semyonov, director del Instituto de Cambio Climático Global de la Academia Rusa de Ciencias, explicó que el pasado julio fue el más cálido en las áreas árticas rusas desde que iniciaron los registros.
En la península de Yamal ocasionalmente la temperatura del aire llegó a los 30 grados, un hecho sin precedente en el lejano norte ruso, aseveró.
Por su parte Valery Malinin, de la Universidad Estatal de Hidrometeorología, advirtió que en zonas del círculo ártico el calentamiento global es de tres a cuatro veces más rápido que en otras zonas.
Así, el calentamiento global pudo haber descongelado restos de animales muertos por ántrax, cuyas esporas pueden permanecer latentes por cientos de años, desatando el brote.