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Notimex

En un inusual formato que excluye al Reino Unido, los líderes de la Unión Europea (UE) celebran mañana en Bratislava una cumbre informal en la que diseñarán el futuro comunitario a Veintisiete, sin los salientes socios británicos.

En la reunión, señalan fuentes diplomáticas y europeas, no se abordará el proceso de negociación con Londres sobre el “brexit”, donde la posición de la UE es clara: No habrá negociación hasta que el Reino Unido no notifique su intención de abandonar la Unión.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sí dará cuenta a los jefes de Estado y de Gobierno de Estados miembros de la reciente reunión que mantuvo la semana pasada en Downing Street con la primera ministra del Reino Unido, Theresa May. Pero eso será todo.

La cumbre que alberga la presidencia eslovaca de turno de la UE, en cambio, servirá para hacer un diagnóstico “de lo que no ha funcionado (…) y de lo que hay que corregir en el futuro” para “devolver la estabilidad” y “reconstruir la confianza (…) de la gente hacia la UE”.

Se intentará también trazar una “hoja de ruta” con los asuntos urgentes que afectan al proyecto europeo, que se concretará el próximo mes de marzo en Roma, coincidiendo con el 60 aniversario de la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE), embrión de la actual UE.

Esta noche se celebra una cena de trabajo en Bratislava en la que participarán el presidente del Consejo Europeo junto con los de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y de la Eurocámara, Martin Schulz, y el primer ministro eslovaco, Robert Fico.

A su llegada a Bratislava, antes de reunirse para cenar con los líderes de los países de la UE, Tusk se dirigió a los medios de comunicación para subrayar que se necesita “un escenario optimista para el futuro de la UE a Veintisiete”, lo que requiere “un diagnóstico realista de las causas del ‘brexit’ y sus consecuencias para Europa”.

A partir de mañana, en la cumbre se discutirá sobre las crisis migratorias, la seguridad común o la economía y el crecimiento, en una doble sesión de trabajo (mañana y tarde) que no dará pie a una declaración formal de los Veintisiete.

En el primero de los citados puntos se espera que los socios comunitarios apoyen la protección de la frontera de Turquía con Bulgaria.

El país más pobre de la UE teme que, con el cierre de la llamada “ruta balcánica” tras el preacuerdo entre Ankara y la UE sobre la devolución de inmigrantes de Grecia a Turquía, el flujo de migrantes se desvíe hacia Europa central.

El presidente de la CE señaló el miércoles ante el Parlamento Europeo que quiere que para octubre haya “al menos 200 guardias de fronteras adicionales y otros 50 vehículos desplegados en las fronteras exteriores de Bulgaria”.

Se intentará también dar garantías a los socios comunitarios de que no se repetirá el “caos del año pasado” relativo a la llegada de demandantes de asilo de países como Siria o Irak.

El segundo de los grandes puntos que se pondrá sobre la mesa será la seguridad interior y exterior de la UE, en un contexto en el que a golpe de masacres terroristas como las de París, Bruselas o Niza, el yihadismo se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos europeos.

En el castillo de Bratislava, un macizo erigido en el siglo X que domina el paso del Danubio por la capital eslovaca, los líderes comunitarios abordarán asuntos concretos en materia antiterrorista, como la inmediata creación de un sistema de información europeo para identificar a las personas que tengan previsto viajar a la Unión.

Sin embargo, soslayarán asuntos de mayor calado, como la propuesta franco-alemana de avanzar en la cooperación en defensa, con vistas a la eventual creación de un ejército europeo.

Se abordará la “cooperación concentrada en asuntos prácticos” y no en “grandes visiones que pueden no materializarse”, señaló un alto funcionario europeo.

En materia económica, los líderes comunitarios intercambiarán opiniones sobre la salud de la Unión en asuntos como el comercio, el plan europeo de inversiones, la agenda digital o el desempleo juvenil.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE, se explayarán también sobre los “abusos” relativos a la libre circulación de personas en el seno de la UE, por ejemplo, con el llamado turismo sanitario, aunque no se cuestionará el derecho de movilidad de los ciudadanos europeos, aseguraron las fuentes.

Por último, la cumbre de Bratislava servirá para impulsar que los Estados miembros ratifiquen, antes de la conferencia medioambiental que albergará Marruecos el próximo noviembre, el acuerdo sobre el clima firmado en París el año pasado para luchar contra el cambio climático.