Diez razones para considerar que el muro de Trump es sólo una amenaza electoral: «Sin Embargo»

De acuerdo con Donald Trump, “una nación sin fronteras no es nación”. Estados Unidos las tiene, pero para el candidato republicano “debe haber un muro a lo largo de la frontera (con su vecino del) sur”.

Trump cree que, “por muchos años, los líderes mexicanos se han aprovechado de Estados Unidos utilizando a la inmigración ilegal para exportar el crimen y la pobreza” hacia el norte del Río Bravo, según se lee en un documento de su campaña titulado “Inmigration Reform That Will Make America Great Again”.

Según el magnate de la construcción, los mexicanos le cuestan a su país 4 mil 200 millones de dólares que tienen que pagar los contribuyentes estadounidenses. Además, como ha reiterado casi hasta el cansancio, México exporta a EU a criminales y violadores, drogas y nuestras extrañas costumbres.

Por todo eso y más, para el aspirante presidencial es obligada la construcción de un muro en una frontera que se extiende a lo largo de 3 mil 100 kilómetros de cabo a rabo.

No olvidemos, claro está, que como el vecino país sufre por nuestros constantes abusos, obvio, “México debe de pagar por el muro”, lo sepamos o no, lo queramos o no. Pero,  ¿cómo podría obligar a nuestro país a pagar la barda sin sacrificar nuestra soberanía? ¡Fácil! Trump propone el cobro de más impuestos y aranceles, como si fuera cosa de imponerlos por arte de magia.

Eso es lo que dice Trump, pero ¿qué tan factible es la construcción de un muro de tales proporciones? Para la crítica internacional y exportes de diferentes ámbitos, no lo es para nada. Y no sólo por los altos costos y las tensiones que habría de generar entre dos naciones que, lo reconozca o no Trump, son parte del selecto grupo de países de Norteamérica.

A continuación, SinEmbargo enumera 10 razones por las que la idea del muro resulta más que un disparate.

1.- EL COSTO. En la actualidad, a lo largo de más de mil kilómetros (650 millas) de la frontera norte de México se extiende un muro, pero no continuo, que dividen segmentos de territorio entre ambas naciones.

Como sea, a Trump nada más le haría falta cubrir cerca de 2 mil kilómetros más, pero él ha propuesto una maciza pared de concreto de más de 3 mil kilómetros de longitud, que de acuerdo con el artículo “National Memo” publicado por el ingeniero estructural neoyorkino Ali F. Rhuzkan, requeriría del uso de aproximadamente 12.5 millones de yardas cúbicas de concreto (más de 7 mil toneladas del matrial), o bien, tres veces la Presa Hoover, que dota de Agua a Las Vegas y tiene una monumental pared de concreto.

Según Trump, el costo del muro oscilaría entre 10 mil y 12 mil millones de dólares, aunque la mayor parte de los expertos asegura que el costo final mucho mayor. Considerando que la actual valla parcial costó 7 mil millones de dólares de acuerdo con la BBC, un estudio realizado por el Washington Post refiere que el muro de Trump alcanzaría un costo superior a los 25 mil millones de dólares. Cuarenta mil trabajadores tendrían que ser empleados durante los cuatro años de construcción.

Suponiendo que el Gobierno de EU decidiera pagar el muro, porque seamos honestos, México tiene los bolsillos rotos, ello significaría que Washington tendría que tomar el dinero del presupuesto de 41 mil 600 millones de dólares que se le asigna al Departamento de Seguridad Nacional, lo que implicaría que el gobierno estadounidense  tendría que aumentar dicho presupuesto en un 15 por ciento por año tan sólo para cubrir los gastos.

Pero no sería tan fácil. Estados Unidos tiene una deuda de 19 billones de dólares (sí, de 19 millones de  millones). ¿En serio van a pagar por el bello muro cuando la crisis urge atender necesidades más importantes? Si Trump convence a su país de hacerlo sería un truco de magia genial.

La zona fronteriza abarca un delicado ecosistema con migración regular de aves y diversas especies animales, que de no poder movilizarse, verían su existencia en riesgo, como en el caso de los osos negros que cruzan a México para aparearse.

De acuerdo con el periódico La Jornada, el muro afectaría la migración de 800 especies, como el jaguar, el borrego cimarrón, el berrendo sonorense, el castor, el ocelote, varias especies de reptiles, entre muchos otros animales.

De acuerdo con el Doctor Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre los “impactos terribles” también estaría la socavación del suelo fértil y de algunos cuerpos acuáticos de la zona, debido a que el muro evitaría el flujo de arroyos y de ríos e impediría el trabajo del viento, que con su soplido enriquece los suelos.

Antes de 2009, cuando se construyó parte de la actual barda en la frontera de Texas con Mexico, el Departamento de Parques y Vida Salvaje de esa entidad informó que gracias a la valla varias especies de plantas y animales tuvieron que ser incluidas en la lista de especies en riesgo de extinción.

De acuerdo con la revista Newsweek, los protectores de la vida silvestre en el Valle del Río Grande, en el sur de Texas, gastan cerca de 463 millones de dólares anuales para salvaguardar la variedad de especies en la zona.

Un estudio de 2011 de la Universidad de Penn State, en Pennsylvania, indica que “la barrera redujo la población de algunas especies animales hasta en un 75 por ciento”, y afectó los refugios naturales de las especies endémicas en hasta 70 por ciento. Al respecto, Laura Huffman, directora del capitulo texano de la organización Nature Conservancy, opina que “la barda es la mera definición de fragmentación del hábitat, misma que inhibe el libre movimiento de la vida silvestre dentro de su ambiente natural”.

Parece que el muro de Trump se derrumba antes siquiera de que inicie su construcción.

3.- EXPROPIACIÓN INEVITABLE. La frontera entre ambas naciones comprende un amplio margen de propiedades privadas, por lo que para construir el muro sería necesario expropiarlas. Ello implicaría largos procedimientos legales y más gasto. De acuerdo con la Quinta Enmienda de EU, a ninguna persona “se le privará de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal; ni se tomará propiedad privada para uso público sin una justa indemnización”.

¿En verdad el magnate piensa que los propietarios estadounidenses van a ceder sus tierras con facilidad o que van a avalar endeudar al país de manera irracional?

Según un estudio realizado por el Washington Post y ABC News, cerca del 21 por ciento de los estadounidenses piensa que México pagará por el muro, mientras que 76 por ciento considera que no lo hará. Además, de acuerdo con elWashington Post, los hispanos en aquel país piensan que la idea de un muro es absurda. Un 88 por ciento de ellos piensa que Trump no hará el muro. Sólo 10 por ciento piensa que sí lo hará.

4.- EL RÍO GRANDE. Este cuerpo de agua es un límite natural entre México y Estados Unidos. De acuerdo con los tratados bilaterales, entre uno y otro país queda estrictamente prohibida la construcción de infraestructura que comprometa el flujo regular de agua del río, evitando de ese modo que el agua no sea compartido de manera equitativa. Asimismo queda prohibido para ambas naciones desviar el cauce del río.

Según el Doctor Paul Westerhoff, de la Universidad Estatal de Arizona, el consumo aproximado de agua en EU es de 615 litros por segundo por día, mientras que el de México equivale a 435 litros, por lo que modificar la relación implicaría modificar varios acuerdos, como la denominada “deuda del agua” que supone una cantidad de líquido proporcional para consumo de cada nación.

El Tratado de Aguas de 1944 establece que EU tiene derecho a un tercio del agua que llega del Río Grande (aproximadamente 2 mil 158 metros cúbicos por minuto), cantidad regulada por la Comisión Internacional de Límites de Agua (entre México y Estados Unidos). ¿Piensa Trump pasarse los acuerdos internacionales por el arco del triunfo?

5.- GRAN MURO, GRANDES ESCALERAS. De acuerdo con el comediante John Oliver, “si construyes un muro de 30 pies sólo crearás un mercado para escaleras de 31 un pies de altura”, y aunque la expresión satírica suena surrealista, concuerda con lo que los analistas piensan: tanto los inmigrantes como los traficantes de drogas se las han arreglado para transitar por la frontera a pesar de muros y operativos de seguridad… y lo seguirán haciendo, muros alzados o no.

Según un estudio de 2006 del Pew Hispanic Center, cerca de la mitad de los inmigrantes ilegales que incursionan en territorio estadounidense no lo hacen por túneles o brincando vallas, pues cruzan por los puntos de acceso fronterizo, como por ejemplo los aeropuertos o las casetas a la altura de la línea divisoria entre ambos países.

Según el mismo centro, para 2014 la población de inmigrantes en EU se estimaba en 11.3 millones o el 3.5 por ciento de la población total, de los cuales, el 49 por ciento (5.6 millones) cruzan por México.

Además, indica que cuatro de los seis estados que acogen al 60 por ciento de los inmigrantes (Florida, Illinois, Nueva York y Nueva Jersey), no hacen frontera con México, como sí es el caso de California y de Texas.

De acuerdo con los estimados del Pew Center, es más eficiente el uso de guardias que de muros, ya que menciona que el endurecimiento en la vigilancia en la frontera ha logrado reducir el número de inmigrantes que cruzan. Sólo en 2013, 315 mil inmigrantes mexicanos fueron deportados, según refiere. En ese sentido, explica que es mejor aplicar políticas que desincentiven este tipo de conductas que prohibir con barreras que fácilmente son superadas.

6.- LA NEGATIVA DE OFICIALES. Luego de que el Consejo de la Patrulla Fronteriza de EU (NBPC, por sus siglas en inglés) se manifestara a favor del candidato republicano, varios oficiales se mostraron en desacuerdo, pues consideraron que el papel de vigilantes impíos podría traer consecuencias negativas a su oficio. Inclusive, algunos agentes de El Paso, Texas, han pedido a la unión se abstenga de apoyar al magnate, pues piensan que “el apoyo a Trump expondrá a la unión y a sus integrantes a acusaciones de xenofobia y racismo”.

Según el Departamento de Inmigración del vecino país, entre el año 2000 y 2010, los contribuyentes pagaron 90 mil millones de dólares para asegurar la frontera, lo que incluye el despliegue de mil 200 elementos de la Guardia Nacional (que cuestan 110 millones por año) y alrededor de 20 mil agentes fronterizos (con un salario anual de 75 mil dólares) y máquinas de rayos-X para analizar transportes de carga (1.75 millones cada uno; EU usa 165 de ellos). La idea de Trump, refiere US News, implicaría un costo adicional de 30 mil millones de dólares (un 30 por ciento más), ya que según su propuesta, el número de oficiales debe de ser triplicado.

Pregunta: ¿si la idea es reforzar el número de elementos y no hay dinero para pagar más salarios, de dónde sacará presupuesto Trump? ¿Acaso México pagará sus salarios también, o espera que trabajen a modo de un servicio a la nación vecina?

7.- UN MURO A LA ECONOMÍA FRONTERIZA. En opinión del American Inmigration Council, un muro de tales proporciones minaría el actual comercio en la frontera, un mercado que mueve cerca de mil millones de dólares diarios. Además, menciona que limitaría a los millones de mexicanos que año con año gastan miles de millones de  dólares en Estados Unidos -en 2010, más de 13 millones viajaron a EU, lo que supone una derrama económica de 8 mil 700 millones de dólares-, aparte de comprometer económicamente el empleo estadounidense, pues de acuerdo con ese medio, al 20 por ciento de los empleos en el vecino país están relacionados con actividades en la frontera México-EU.

Por su parte, el American Action Forum ha estimado en uno de sus reportes que “en tan sólo dos años, [el muro] encogería la fuerza laboral en 10.3 millones de trabajadores y reduciría el PIB en un billón de dólares”.

Trump podrá decir que la población de “aliens” mexicanos es de “violadores” y “criminales”, aunque ciertamente es una población económicamente activa. Según El Economista, “de enero a julio de 2016, las remesas de los mexicanos en el exterior sumaron 15 mil 390 millones de dólares, con un incremento de 7.5 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado”. ¿Será que Trump piense que es mejor eliminar ese mercado que absorberlo con impuestos y demás políticas fiscales?

8.- LA IMPENETRABLE TOPOGRAFÍA. De acuerdo con el reporte que los académicos Joseph Nevins y Timothy Dunn publicaron en 2008 en The North American Congress on Latin America (NACLA), “la variada topografía de la frontera -que incluye montañas, cañones y ríos- hace de la construcción de un muro una tarea extremadamente difícil”, además de que podría ocasionar eventuales inundaciones en estados como Arizona, pues impediría el libre flujo de algunos cuerpo de agua.

9.- AUMENTO EN MORTALIDAD Y VIOLENCIA. El reporte de la Organización Internacional para la Migración (IOM, por sus siglas en inglés) señala que, para 2014 y desde 1998, cerca de 6 mil personas han perdido la vida tratando de alcanzar el Sueño Americano. En ese sentido, apunta que la militarización de la frontera y la construcción de más obstáculos, lejos de disuadir a quienes cruzan, generará un aumento en los fallecimientos.

Según un especialista del Journal of latín American Geography, “no se trata únicamente de una valla. Es el total esfuerzo fronterizo el que ha empujado al tráfico de migrantes a zonas cada vez más remotas, que tienden a ser desiertos y áreas peligrosas, por lo que las muertes han aumentado”.

Asimismo, The National Research Council, ha manifestado que el muro no supone disuasión, “más bien hace del cruce una tarea más difícil y cara, pero no imposible. Además, […] es probable que la violencia se torne peor en la frontera”. Ello debido al aumento de grupos de la delincuencia organizada que ofrecen servicios de traslado.

10.- NO SOLUCIONA EL TRÁFICO DE DROGAS. Anna Ochoa O’Leary, del Departamento de Estudios Mexicano Americano, ha explicado que “mientras haya personas en Estados Unidos dispuestas a pagar, los traficantes de drogas encontrarán una manera de cruzar [la frontera], aunque sólo ocasionará el aumento en el precio [de la droga]”, situación que según ella “pondría más poder y dinero en manos de los traficantes de drogas, que utilizarían para armar mejores estrategias para introducir drogas a EU”.

De acuerdo con la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, de 1990 al 2014, sólo en la ciudad de Nogales se encontraron al menos 100 túneles destinados al tráfico de productos. En este año, los oficiales de dicha dependencia en Nogales reportaron un túnel que corría por 40 metros de extensión del lado mexicano, así como 14 metros del lado estadounidense.

Si eso no fuera suficiente, además de los implacables trepadores que brincan día a día la frontera, se ha llegado a reportar el uso de catapultas y drones para pasar drogas y compuestos ilegales por sobre el muro fronterizo -el que existe actualmente, no el sueño guajiro de Trump-.

En ese respecto, los cuatro metros de altura del muro propuesto por Trump no servirían de nada, ya que además de que la Patrulla Fronteriza a informado que el comercio se ha visto incrementado en la franja limítrofe, informó que en estados como California el decomiso de drogas se ha visto reducido en un 25 por ciento.

Según El Economista, “Estados Unidos es el mejor y más grande de los mercados del mundo para todo tipo de drogas. El negocio, pues, radica en ‘colocar’ y distribuir esos productos en su territorio. El mayor valor agregado que se añade a cada kilo de las drogas mencionadas se da en el momento de cruzar la frontera. Ahí está la gran oportunidad. Ése, no otro, es el gran negocio de los cárteles”.

En ese sentido, apunta que el valor agregado del cruce fronterizo es de 10 mil dólares por kilo de producto, ya que asevera que, por ejemplo, la heroína que pasa de nuestro país al otro vale 25 mil dólares el kilo antes de pasar por la frontera. Posterior al cruce, el valor aumenta a 32 mil dólares, ¡sólo por haberla cruzado!

Tal vez Trump no detenga la migración, pero impulsará al mercado ilegal en la frontera sur de su país.