Una empresa de seguridad informática con sede en Hong Kong lanzó a la venta el USB Killer, el primer pendrive capaz “destruir” computadoras o cualquier otro dispositivo que cuente con un puerto USB.
Este se conecta al puerto USB como cualquier otro dispositivo de almacenamiento y automáticamente acumula energía eléctrica que más tarde descarga con fuerza sobre los aparatos, causando graves daños en el sistema.
Tras el anuncio, las ventas del USB Killer se dispararon hasta agotar existencias, aunque sus creadores aseguran que antes de octubre volverá a estar disponible.
Su tamaño y apariencia hacen que pueda pasar desapercibido como una amenaza, aunque cualquier usuario que advierta del riesgo que entraña puede librarse de él simplemente desconectándolo.
Ante el riesgo de que el USB Killer sea usado para dañar a terceros, los creadores argumentan que este invento está diseñado para que cualquier usuario pueda comprobar la resistencia y seguridad de su computadora.
Los primeros prototipos del aparecieron en 2015 y estaban diseñados para que los fabricantes de computadoras pudieran poner a prueba la resistencia de sus equipos. Tras el fracaso del primer dispositivo, sus creadores decidieron dar un paso más y lanzar esta nueva versión, más letal y a un precio medio de 56 dólares, un valor “asequible” para el consumidor medio, según sus creadores