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AP

Los reguladores federales de Estados Unidos aprobaron el miércoles el empleo del primer “páncreas artificial”, un dispositivo que puede ayudar a algunos pacientes a controlar su enfermedad al monitorear en todo momento su nivel de azúcar en sangre y proporcionar insulina conforme se necesita.

El dispositivo de Medtronic se aprobó el miércoles para pacientes con diabetes de tipo 1, la clase que suele diagnosticarse durante la infancia. En torno al 5% de los 29 millones de estadounidenses con diabetes padecen esta forma de la enfermedad.

Los médicos dijeron que llevan mucho tiempo esperando a un dispositivo que pueda ayudar a los pacientes a todas horas.

“No puedo esperar a conseguirlo, porque puedo pensar en muchos de nuestros pacientes que necesitan esto”, dijo el doctor de la Clínica Cleveland Betul Hatipoglu. “Ahora tengo un asistente que va a ayudarme a ayudarles”.

Los pacientes de diabetes de tipo 1 ahora tienen que administrarse insulina con varias inyecciones a lo largo del día, o con una bomba de medicamentos que la suministra por un tubo. Su páncreas no fabrica insulina, una hormona necesaria para convertir comida en energía. Tienen un riesgo mayor de sufrir niveles de azúcar en sangre peligrosamente altos, problemas de corazón y muchos otros problemas de salud.

El nuevo dispositivo combina una bomba de fármacos, un sensor que mide el azúcar en sangre y un tubo que administra la insulina. El sensor mide los niveles de azúcar cada cinco minutos y suministra o retiene la insulina en función de lo que detecta. Los pacientes siguen teniendo que aumentar la insulina de forma manual antes de las comidas.

El aparato costará entre 6 mil y 9.000 dólares, indicó Medtronic, un precio similar al de otras bombas de insulina.

Las bombas más antiguas simplemente aportaban una cantidad constante de insulina, y los pacientes deben vigilar sus niveles de azúcar y darse más insulina para evitar que se dispare su nivel de azúcar en sangre. Un gran peligro es tener demasiada insulina en el cuerpo durante la noche, cuando los niveles de azúcar en sangre caen de forma natural. La gente puede entrar en coma, sufrir ataques e incluso morir.

La Agencia de Medicamentos y Alimentos dijo haber aprobado el sistema basándose en un estudio de tres meses sobre más de 120 pacientes. El estudio no registró efectos adversos importantes, como un descenso peligroso del azúcar en sangre, lo que indica que el dispositivo es seguro para pacientes de 14 años en adelante, indicaron los reguladores en un comunicado.

El dispositivo tiene el tamaño de una baraja de cartas y puede llevarse en un cinturón o un bolsillo.

Otras empresas como Dexcom y Johnson & Johnson trabajan en productos similares.