Los decepcionantes y desiguales niveles de crecimiento económico en América Latina y el Caribe han reforzado la necesidad de reformas estructurales para estimular la producción, consideró hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Los resultados decepcionantes que hemos estado viendo, apuntan a un crecimiento potencial más bajo en la región, reforzando la necesidad de impulsar la agenda de reformas estructurales”, dijo Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Werner destacó igualmente que frente al descenso en los niveles y las expectativas inflacionarias, el organismo multilateral estima que tampoco se hacen necesarias las políticas contracíclicas para estimular las políticas monetarias.
Indicó que la flexibilidad cambiaria le ha redituado importantes beneficios a la región, y expuso que dadas las cambiantes tendencias mundiales ésta debería seguir siendo la primera línea de defensa ante choques adversos.
En rueda de prensa, Werner indicó que en muchos casos ya no es evidente la necesidad de una posición de política monetaria contracíclica, dado que la inflación y las expectativas inflacionarias están retornando a sus niveles meta.
En un reporte actualizado dado a conocer este viernes, el FMI anticipó que la actividad económica en América Latina y el Caribe “tocará fondo” al caer 0.6 por ciento este año, y pasar a un repunte en el 2017 cuando se anticipa que crecerá 1.6 por ciento.
Werner destacó, de igual manera, que las tendencias de la economía mundial en el corto plazo, marginalmente se han vuelto más favorables para la región a partir de una estabilización en los precios de las materias primas y una recuperación en algunos de ellas.
“También hemos visto un relajamiento adicional en las condiciones de financiamiento para los mercados emergentes a partir de este verano, aunque la recuperación de la economía de Estados Unidos ha sido más débil de lo previsto”, dijo.
Werner se refirió también al papel que tendrán en el repunte del 2017 el mejor desempeño de Brasil y Argentina, donde el Fondo anticipa crecimientos de 0.5 y 2.7 por ciento, de manera respectiva, en oposición a las caídas de 3.3 y 1.8 por ciento para este año.
Explicó que con los riesgos aún apuntando a la baja, los países deberían aprovechar el entorno financiero mundial favorable para recomponer sus defensas fiscales, pero preservando los gastos de capital y social que tienen importancia crítica.
El reporte aseveró que la incertidumbre acerca de la duración del entorno financiero global favorable plantea riesgos para la región, en tanto que las vulnerabilidades de los sectores financiero y empresarial merecen un monitoreo más cercano.