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Excélsior

El portal propiedad de Julian Assange, WikiLeaks, difundió más de 2 mil correos electrónicos de John Podesta, jefe de Campaña de la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, de acuerdo con la institución estos correos habrían sido enviados entre 2008 y 2016.

Esta nueva tanda de filtraciones tienen como interés diversos tópicos. Algunos de ellos, incluso, llevan como título «La orden de Hillary Clinton en el restaurante Chipotle». Hoy más temprano el Departamento de Estado liberó 350 mails de la también ex primera dama durante su función como secretaria de Estado en el primer mandato de Barack Obama, de 2008 a 2012.

El pasado martes Assange, quien se encuentra recluido en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 por temor a ser enviado a EU y juzgado por las filtraciones sobre la guerra de Irak, amenazó con nuevas revelaciones de caracter «significativo» que podrían cambiar las elecciones del próximo 8 de noviembre en Estados Unidos. Aquel día, Assange evitó explicar si, como se especula desde hace días, parte de esos documentos podrían perjudicar a la candidata demócrata, Hillary Clinton, como ha sucedido con varias de las últimas publicaciones de WikiLeaks.

Assange amenazó con revelar documentos sobre cuestiones políticas relevantes para los comicios presidenciales en EU durante las próximas 10 semanas, los cuales abordarán temas como el funcionamiento interno de «tres organizaciones», así como asuntos relacionados con los sectores petrolero y armamentístico, con el gigante tecnológico estadunidense Google y con el espionaje masivo.

El fundador de WikiLeaks apuntó durante una videoconferencia desde Londres que con motivo del décimo aniversario de su organización estos nuevos documentos revelarán «características interesantes» de algunas instituciones y de «cómo operan».

La colaboradora de Assange, Sarah Harrison, subrayó la independencia de su medio e indicó que el objetivo de WikiLeaks es revelar información que de otra forma permanecería oculta y no entrar en el juego de a quien beneficia o perjudica la información.

Melinda Taylor, abogada de Assange, rechazó esta visión de medios como «contrincantes» por la que, si alguien publica algo que perjudica a un tercero es porque le odia, y recalcó que WikiLeaks no sigue «ninguna narrativa» y que sólo pretende ayudar a «establecer la verdad» y facilitar el acceso a la información.