Rafael Nadal se marchó velozmente del Estadio de la Magnolia de Shanghái tras su inesperada derrota ante el serbio Viktor Troicki en dos sets, pero antes reconoció en rueda de prensa que no está en su mejor momento de forma física, o quizá peor, mental.
“Quizá, porque tuve una lesión en la muñeca, estoy asustado”, reconoció el mallorquín, en referencia a los problemas físicos que a mitad de año le dejaron fuera de torneos como Wimbledon, Toronto o Londres.
“Necesito recuperar algo de electricidad en las piernas, moverme más rápido”, apuntó el español, que partía como cuarto favorito en el Masters 1000 shanghainés, donde el pasado año cosechó una buena actuación y fue semifinalista.
Nadal añadió que necesita más práctica para “crear más dolor al rival, algo que no ha ocurrido hoy”, y admitió que para él la temporada “está prácticamente acabada”, pese a que aún tiene a mano participar en el Masters de Londres (está séptimo en la carrera para seleccionar a los ocho mejores) y todavía tiene las citas de Basilea y París Bercy.
Nadal tuvo hoy elogios para Troicki, su sorprendente verdugo, un serbio de saque enérgico que no le había sabido ganar en los cinco anteriores duelos entre ambos pero que en esta ocasión fue claramente superior. “Mereció ganar más que yo”, resumió el de Manacor.
El español rechazó categóricamente la necesidad de un entrenamiento “mental” para aumentar su confianza después de un mal año en el que no ha logrado estar en cuartos de ninguno de los cuatro Grand Slam, y también se negó a desarrollar más su carrera en dobles después de recientes éxitos en parejas.
“No soy un jugador de dobles, soy un jugador individual”, dijo tajante el manacorí, ganador este año del oro olímpico con Marc López, y vencedor la semana pasada en el cuadro de Pekín mano a mano con Pablo Carreño.
Nadal aseguró que las derrotas, como las victorias, “no cambian demasiado” su mente, y afirmó que no han hecho mella en él sonadas derrotas en la temporada, como la que tuvo ante el francés Lucas Pouille en el US Open o la sufrida frente al argentino Juan Martín del Potro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
“Es estúpido mirar al pasado, recordar siempre a cosas que no puedes cambiar”, insistió el mejor tenista español de la historia, quien prometió hacer el máximo para recuperarse en los próximos dos meses y medio e intentar estar al mejor nivel en el inicio de la próxima temporada.