La producción de alimentos orgánicos en México crece a ritmo de 35 por ciento anual en términos de superficie sembrada, al ubicarse en más de 600 mil hectáreas en los últimos 10 años.
Así lo señalaron el investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, Gerardo Noriega Altamirano, así como el presidente de la Asociación Mexicana de Productores Orgánicos, Homero Blas Bustamante.
Sin embargo, los precios de estos productos son altos, debido a que únicamente se comercializan en 62 mercados del país, indicaron en el marco de las actividades del II Foro Campesino de la Feria de la Cultura Rural de la Universidad Autónoma Chapingo.
A ello se suma que los trámites para la certificación son burocráticos y costosos para sumar a más agricultores, coincidieron ambos especialistas.
Al respecto, el miembro del Instituto para la Certificación Ética y Ambiental de Italia en México, Mauricio Soberanes Hernández, dijo que el costo de certificación se sustenta en el número de hectáreas cultivadas.
En un comunicado, detalló que el cobro equivale a 2 por ciento de la inversión de producción, la renovación es anual y es por hectárea.
Soberanes agregó que la certificación incluye la producción, la transformación y la comercialización del producto.
En el caso de alimentos básicos, dijo, el cobro oscila entre los 150 pesos por hectárea, además se consideran los costos de traslado del certificador.
Ante este panorama, los especialistas señalaron que para bajar los precios de los alimentos orgánicos, se requiere mayor promoción, abrir nuevos mercados, más productores y mayor producción.
Indicaron que México se ubica en el tercer lugar, luego de India e Indonesia, en número de productores orgánicos con poco más de 200 mil agricultores.
Se generan 245 mil empleos directos y más de 600 mil dólares anuales en ventas, principalmente al extranjero ya que 80 por ciento de la producción se dirige al mercado internacional.