Son varios los retos a los que se ha de enfrentar Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, que van desde lograr la unión al interior del partido, el Comité Directivo Estatal en Veracruz, la difícil aduana que significa el 2017 en la entidad, y recuperar la gubernatura jarocha en un plazo mínimo de dos años y máximo de seis. Para ello, uno de los primeros pasos para ir abatiendo cada meta, es el acercamiento con los medios de comunicación; por eso, ya para finalizar el encuentro que tuvo con directivos de éstos y columnistas, le comento que tiene otro reto afuera: enfrentar a un grupo de reporteros que se quejan que hubo un zafarrancho a su arribo. Con la mirada intrigada, cuestiona a un colaborador: “¿Zafarrancho?”… “Sí señor”, lo están manejando en las redes sociales.
II
Revisar los estatutos, ver cómo están las dirigencias, cuáles requieren cambios, es algo que se está viendo con Héctor (el bueno) Gómez Barraza y Arturo Zamora Jiménez, secretario de Operación Política y de Organización, respectivamente, comenta Ochoa Reza, quien a su vez, recuerda que con el fallecimiento de Jesús Medellín Muñoz, es necesario poner a un delegado… –¿veracruzano?, le interrumpo–, me dice que no, que para evitar algo así como un conflicto de interés, lo ideal sería que no lo fuera, pero no deja de evitar que en un momento dado, de acuerdo a los estatutos, bien pudiera haber un delegado especial veracruzano que ejerciera, de acuerdo a las circunstancias, el papel de dirigente estatal, pero primero, se tiene que ver cuál es la condición en que se encuentra la dirigencia del partido local. Amadeo no estuvo presente en esta reunión.
III
En el caso de Javier Duarte de Ochoa, dice que las acciones del partido emprendidas con el hoy Gobernador con licencia, están ajenas a un cálculo político que busque generar simpatías, sino que se trata simplemente de hacer lo correcto. Es un convencido de que hay que generar un cambio y siendo congruentes, actuar contra Duarte es un buen principio.
Lo cuestionan en el caso de diputados federales que fueron colaboradores de Javier Duarte de Ochoa y que han sido expuestos en medios de comunicación. Advierte que ninguno de éstos ha sido llevado ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria.
Se le recuerda de su liquidación en la Comisión Federal de Electricidad, “balconeada” en “Reforma”. A su vez, él recuerda una frase de Luis Donaldo Colosio que cada vez que salía un “periodicazo”, se preguntaba: “¿Por qué ahora? ¿de parte de quién?”
Y recapitula que la filtración de información para afectarlo fue en la víspera de que sesionara la Comisión de Justicia Partidaria del tricolor para someter a juicio a Javier Duarte de Ochoa.
A manera de justificar su liquidación, dice que cuando asume la titularidad de la Comisión Federal de Electricidad, la recibe con un déficit de 27 mil mdp y la deja con un superávit de 107 mil.
IV
Dice que en el Gobierno de Enrique Peña Nieto hay avances, tanto en empleo como en desarrollo, sólo que tienen un ligero problema: no han sabido cómo transmitir o comunicarlo.
Pero tanto en el Gobierno como en el partido, se debe acreditar el cambio no sólo con discursos, sino con los hechos, y al menos en el PRI, con el caso de Javier Duarte, es tangible, aunque para ello, insiste en mejorar la relación con los medios… esos medios que afuera, investidos en fotógrafos, camarógrafos y reporteros, esperaron estoicos casi dos horas a pesar de haber sido embestidos por personal de seguridad al arribo del dirigente nacional del PRI en su reunión con directivos de empresas periodísticas y columnistas.
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