La Confederación de Trabajadores de México (CTM) desplazó y abarató los salarios de obreros del norte de Veracruz para ganarse la obra de construcción y operación del gasoducto Tuxpan-Tula, Hidalgo, donde se invierten 500 millones de dólares.
El secretario general de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Óscar Chávez Hernández acusó a los dirigentes de la CTM nacional y los regionales, de “amafiarse” con los directivos de la empresa TransCanada Corporation para adjudicarse ese contrato millonario destinado para transportar gas natural.
Desde que iniciaron los trabajos de introducción de tuberías la CTM ha impedido que los materialistas locales, de otros sindicatos, participen en las maniobras del gaseoducto que tendrá una longitud de 250 kilómetros, y entrará en operación hasta diciembre del año 2017.
“La CTM de Tuxpan y Tihuatlán están metiendo puro camiones foráneos amafiados con los nacionales porque no hay un control de la Secretaría del Trabajo. Ellos hacen lo que se les antoje en unión con TransCanada”, expresó el representante de la CNC.
Chávez Hernández aseguró que además de adueñarse de la obra, la Confederación de Trabajadores de México redujo las tarifas de los servicios, similar a lo que pagó la empresa Mota Engil hace cuatro años para contratar a los materialistas de la zona norte de la entidad.
Una vez concluida, el gasoducto tendrá una capacidad para transportar 886 millones de metros cúbicos diarios desde Tuxpan, Veracruz, hasta Tula, Hidalgo. La intención es suministrar gas natural a las nuevas plantas de generación eléctrica, así como a las que ya operan actualmente y serán convertidas al gas natural.