Con todo y los grandes esfuerzos que de muy buena fe realizan las autoridades municipales del actual periodo 2014-2017 por convertir a esta ciudad en Pueblo Mágico, viejos edificios en ruinas y terrenos enmontados, dan muy mal aspecto y son nido de víboras, en centro de Acayucan.
En el Paseo Nicolás Bravo, entre las calles Victoria e Hidalgo, atrás del arquitectónico y ahora bien pintado y remodelado palacio municipal, está un edificio de tres niveles en ruinas en sus niveles dos y tres, donde se informan que hace muchos años funcionó el “hotel Iglesias”.
De ahí salen murciélagos, y es nido de roedores y todo tipo de alimañas, mientras abajo, en el primer nivel, por iniciativa e instrucciones del alcalde, se pintó y se colocó fachadas a los negocios, para mejorar el entorno visual, de modo que los visitantes se lleven una buena impresión, de una ciudad hospitalaria y sobre todo muy limpia.
En la calle Hidalgo, entre Juan de la Luz Enríquez y Porvenir, está un terreno enmontado y a todas luces abandonado, por él o sus propietarios, cercado hasta la banqueta con láminas.
Y en la calle Benito Barrriovero, desde la esquina con Nicolás Bravo hasta la calle Hilario C. Salas, junto a una barda que circunda otro terreno enmontado, ya han caído sobre las personas lagartijas y arañas, existe el temor de que una serpiente se descuelgue de los matorrales y cause alguna desgracia, a alguien que vaya caminado en ese tramo.
