La decisión de política monetaria del banco central de México en diciembre se basará en una evaluación de las presiones inflacionarias, y no seguirá en automático a una probable alza por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, afirmó Agustín Carstens, jefe de la entidad monetaria mexicana.
«Evaluamos las presiones inflacionarias y en base a eso tomamos la decisión, entonces ese va a ser el ejercicio que vamos a hacer próximamente a mediados de diciembre», señaló Carstens en una entrevista radial.
«Una de las cosas que tenemos que considerar es que en diciembre del año pasado aumentamos las tasas en paralelo a la Reserva Federal (…) hemos aumentado 200 puntos más que la Fed, realmente vamos evaluar si las circunstancias hacen que ese aumento adicional sea suficiente o lo tengamos que reforzar», dijo.
No obstante, el funcionario indicó que de ser necesario la entidad decidiría un nuevo aumento en la tasa referencial, que sería el quinto en el año.