Federico Vilar, uno de los porteros icónicos del futbol mexicano contemporáneo anunció su retiro luego de 17 años y de paso, envió sus condolencias a las familias del Chapecoense, tras el trágico accidente aéreo.
En una conferencia de prensa en la que se le notó muy tranquilo aseveró que es el momento indicado para decir adiós al futbol y con la convicción de que dio todo lo que tenía por dar.
«Pongo punto final a la carrera sabiendo que es el momento adecuado porque siento que di todo lo que tenía que dar», dijo el excancerbero de Xolos.
Federico hizo un recuento de sus pasos por el futbol mexicano y no dudó en declarar su amor al Atlante, primer equipo de Primera División del futbol mexicano y en el que vivió sus mejores años y se convirtió en ídolo, no sólo por sus atinadas atajadas, sino por marcar algunos goles en tiro libre y, lo más importante, ser pieza fundamental en el campeonato del Apertura 2007.
«Llegar al Atlante fue mi primera gran prueba. Que me viera jugar mi abuelo, ser campeón y seleccionado argentino. Atlante representa mucho en mi vida, está luchando por regresar al lugar que se merece, pero se dio de esta manera y agradecido», comentó.
Tras su paso por los Potros, Vilar fue a Monarcas, donde ganó la Copa MX del Apertura 2013, para luego emigrar al Atlas, que se peleaba el descenso contra el equipo de sus amores, Atlante.
«En Atlas estuvo a prueba mi profesionalismo, pelear el descenso con el club de mis amores fue durísimo», recordó.
Por último, se dio el tiempo para agradecer a todos los que influyeron para que pudiera triunfar como futbolista.
«De lo poco o mucho que logré se lo debo a mi familia porque sin todos ellos, esto no hubiera sido posible. Gracias infinitas», terminó.