El mar quiere regresar a su lugar, no importa lo que tenga que derribar a su paso en la primera etapa del malecón costero de Coatzacoalcos.
Avanzan los daños, y con el golpeteo intenso de las olas sobre el muro de contención se comienza a hundir la banqueta, dejando enormes huecos y varillas expuestas.
Hace 60 años don Julio Candelaria Palacios corría y caminaba entre las dunas y nopaleras que había en este lugar.
Al paso del tiempo toda esa desapareció, y fue así como empezó la construcción del malecón costero.
Hoy observa como personal de Protección Civil coloca cintas de precaución en más de 15 metros del bulevar costero.
“Ahora el mar quiere su lugar de nuevo, la playa estaba alejada más de 20 metros, esa reparación del malecón va costar una millonada”, sentencia don Julio, un hombre de 68 años que toda su vida ha residido en Coatzacoalcos.
Aún recuerda los tiempos maravillosos en que venía a darse un baño en la playa, y como en una ocasión se iba a ahogar jugar con sus amigos y la familia.
Desde el fin de semana hacia este día las afectaciones en el malecón han ido incrementado.
Con tarimas y palos de madera el personal de Protección Civil amarra la cinta roja, para que nadie se exponga al peligro.
Donde antes los turistas y paseantes caminaban sobre la arena, hoy solo hay agua y otros tramos están llenos de piedras de diferentes tamaños.
Antes que se retire a su casa este sexagenario pronostica que el malecón podría ser reducido, ante el riesgo latente de que colapse.
