Debido a los efectos del frente frío número 15, la capitanía de puerto de la congregación de Tonalá, cerró la navegación a las embarcaciones menores.
La medida impidió que al menos una docena de embarcaciones con motor fuera de borda, navegar por las aguas del Golfo de México, por el embravecido mar que amenazaba con naufragar las lanchas.
Por tal motivo, los hombres del mar suspendieron las artes de pesca, trayéndoles pérdidas menores, toda vez que es en esta temporada, cuando la comercialización de los productos del mar cae estrepitosamente.
Donde las actividades no fueron suspendidas pero los mecanismos de seguridad se reforzaron, fue sobre el río Tonalá, donde el servicio fluvial se mantuvo de manera normal, por lo que los viajeros tuvieron que utilizar los chalecos salvavidas.
Esperan que las condiciones climatológicas mejores, para que los pescadores puedan salir a la mar, con el propósito de poder contar con ingresos que cubran las necesidades básicas de su familia.
