Un total 300 sexoservidoras son las que laboran en Orizaba, mismas que cuentan con su documentación en regla, es decir, que gozan de buena salud, indicó la coordinadora de Salud municipal, Irasema del Bosque Márquez.
Explicó que a estas trabajadoras se les practican diversos exámenes a fin de garantizar que no presentan enfermedades de transmisión sexual que pudieran incidir en un contagio entre la población.
“A las personas que se dedican a esta actividad se les solicita que se hagan un exudado vaginal, prueba de VDRL y cada seis meses de VIH-Sida, lo cual ha permitido detectar cualquier padecimiento”, comentó.
En caso de encontrarse que una de ellas presenta una enfermedad, dijo, se le da su tratamiento como a cualquier persona que la padezca a fin de que su salud sea óptima.
Comentó que en lo que va del año no se ha detectado ninguna enfermedad de transmisión sexual, aunque a finales de año muchas de ellas salen de la ciudad para visitar a sus familias y regresan hasta febrero o marzo.
“La mayoría de ellas no son de aquí, son de fuera, vienen de Guadalajara, Puebla, Monterrey, Tehuacán, e incluso de otros municipios aledaños cmo Zongolica, Huatusco, Mendoza y Córdoba”, indicó.
Por ello, abundó, las trabajadoras sexuales inician sus chequeos a partir de febrero o marzo con el apoyo de la Jurisdicción Sanitaria número 7, con quien se trabaja de manera conjunta para prevenir que se den contagios de enfermedades de transmisión sexual en este municipio.
Del Bosque Márquez comentó que cuando recién inició esta administración se encontró que dos trabajadoras sexuales tenían Sida, a una de ellas se le realizó el monitoreo de su tratamiento, ya que estaba en fase terminal, y la otra se fue de aquí, aunque al parecer también estaba ya en fase terminal.
Agregó que además de los exámenes, a estas personas se les ofrecen pláticas de salud para concientizarlas de la importancia de que se cuiden, y se les otorgan condones cada vez que acuden a presentar su tarjetón.
