El ex Presidente Carlos Salinas de Gortari defendió el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado durante su administración, e instó a los presidentes Enrique Peña Nieto, Donald Trump y Justin Trudeu a reforzarlo en lugar de romperlo.
En un texto para el blog de la London School of Economics and Political Science sobre América Latina, Salinas de Gortari advirtió al Gobierno de Estados Unidos, encabezado por Trump, que desestabilizar las relaciones con México dañará la región dinámica construida en torno al tratado y no mejorará su competitividad frente a otras regiones. Además, de acuerdo con el ex Presidente, la creación de barreras comerciales a las exportaciones chinas no será suficiente, por lo que necesita apoyarse de los países de América del Norte:
“Sólo América del Norte como región ofrece una plataforma competitiva efectiva para sus naciones constituyentes. En lugar de socavar el TLCAN, Trump en Estados Unidos, Trudeau en Canadá y Peña Nieto en México deben trabajar juntos para reforzarlo”.
“Matar el TLCAN, como algunos proponen, destruiría millones de empleos en los Estados Unidos y causaría aún más daño en México. Cuando el TLCAN fue negociado, México tenía 90 millones de habitantes; hoy hay más de 120 millones. El desmantelamiento del TLCAN significaría un mayor desempleo y causaría más migración que ningún muro podría detener”, escribió Salinas de Gortari.
En el articulo titulado “Los significativos logros del TLCAN han sido subestimados” recordó que durante la década de 1970 el desarrollo de México estuvo basado en las exportaciones de petróleo y en la década de 1980 los niveles de deuda externa significaron que el país podía ser rescatado en las negociaciones comerciales y no se podía lograr un acceso justo a los mercados estadounidenses. Pero con la caída del Muro de Berlín en 1989 cambió todo. La atención se desplazó hacia Europa central y oriental, y México de repente se enfrentó a una larga espera para la reducción de la deuda y un retorno al crecimiento.
El ex Presidente refirió que durante 1990 se estableció una época de negociaciones entre México y Estados Unidos en donde “a veces éramos aliados, a veces adversarios, pero siempre dentro de un marco de dignidad y respeto”, enfoque de madurez que debe prevalecer hoy, instó el ex mandatario.
De acuerdo con Carlos Salinas, la falta de aceptación del Acuerdo se debe a los mitos que giran en torno a él. “Algunos dijeron que el TLCAN dividiría a México de América Latina, pero en realidad el TLCAN también estimuló nuestro comercio intrarregional”, escribió el ex mandatario, quien aseveró que la consolidación de estos estereotipos fue permitida por el abandono del deber entre los políticos, los líderes y los medios de comunicación, que no han sabido explicar las causas reales de los cierres de fábricas en los Estados Unidos y el flujo migratorio.
“Bajo el TLCAN, México pasó de sólo exportar petróleo a exportar más de mil millones de dólares de bienes cada día. Desde tomates, aguacates y chiles a automóviles, televisores, computadoras y teléfonos móviles. Pero cada dólar de las exportaciones mexicanas contiene 40 centavos de dólar de importaciones estadounidenses, lo que se traduce en mayor empleo para ellos también. Más de siete millones de empleos en los Estados Unidos y tres millones en México dependen de esta intensa relación comercial”, aseguró Salinas.
Según el ex Presidente, la participación de la industria manufacturera estadounidense en el PIB comenzó a decaer desde los años 60, y que empeoró con la apertura de China y los cambios en el sistema capitalista en la década de los 80, situación que llevó a muchas de las empresas manufactureras a trasladarse. Sin embargo, entre los diez estados que han obtenido la mayoría de puestos laborales gracias al TLCAN están Ohio, Michigan y Pennsylvania, que conforman el cinturón industrial del país (Rust Belt), señala.
“Pese a la desindustrialización que se produce en las principales economías mundiales, entre los diez estados de los Estados Unidos que han obtenido la mayoría de los puestos de trabajo a raíz del TLCAN se encuentran precisamente aquellos dentro del Rust Belt: Ohio, Michigan y Pennsylvania”, ataja.
Respecto al flujo migratorio hacia Estados Unidos tras la caída del peso en 1995, argumenta que fue justo el Tratado el que lo contuvo, de acuerdo con Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, y aseguró que hoy en día son más los mexicanos que regresan que los que cruzan la frontera.
También condenó la violencia, la persecución y “el racismo encubierto” y exhortó a construir soluciones para ambas naciones, como proyectos de infraestructura compartida con obligaciones contractuales de usar insumos provenientes de los Estados Unidos. “Hagámoslo de la manera inteligente: no necesitamos nuevos muros, necesitamos nuevas puertas”.