Se calcula que la derrama económica en las fiestas de Xico es de 20 millones de pesos diarios, tanto para prestadores de servicios, como comerciantes ambulantes y la misma población, por lo que el impacto de suspender la xiqueñada acabaría con este municipio y la región, “nos están dando una puñalada certera”.
Entrevistada durante el foro regional Xalapa de consulta participativa del programa sectorial de turismo Gabriela Roldán, presidente del Comité pro defensa taurina de Xico, señaló que prohibir es de “dictadores” y las autoridades estatales no ven los perjuicios de aplicar una ley que no tiene base ni proyección, “no es un tema de ecologistas, no es un tema de animalistas, es un tema económico”.
Añadió que frente a una tradición que viene de hace 42 años en cuando a la xiqueñada y un arraigo taurino de hace más de 100, es un tema de vital importancia que debe ser analizado por todos, empezando por el Congreso del Estado, “hay sentido de urgencia de ponernos a trabajar”.
Tras destacar que los xiqueños están en su derecho de defender “nuestras tradiciones, usos y costumbres”, menciona que tan solo el 22 de julio, esta población espera el arribo de 100 mil turistas, que lo mismo comen, compran artesanías, vinos locales y llevan una importante derrama económica.
La especialista en el arte taurino, con estudios en la UNAM y UPAV, capacitación en primeros auxilios en este tipo de eventos, y con experiencia laboral en plazas de toros de la capital del país, Puebla y Tlaxcala, menciona que el ganado de Tlacotalpan es distinto al de Xico y es allí donde radica la diferencia.
Aunque son bovinos, son razas totalmente distintas, al toro cebú te le puedes acercar y acariciarlo, eso da pie al maltrato, al jaloneo y lo monten, no tenemos embalse, aquí es totalmente diferente.
“En Xico se sueltan toros, pero son toros bravos, no hay maltrato animal, es una raza brava, no te le puedes acercar, válgase la comparación, es como un león, un tigre, es un animal salvaje, no le puedes montar nunca, ni agarrar ni acariciar”.
A la par señala que en las fiestas de Xico también es necesario regular el consumo y la venta excesiva de alcohol, pero no prohibir la xiqueñada, máxime cuando ya se está trabajando en un reglamento taurino para el municipio, el primero que en 2012 blindó la fiesta brava.