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Agencia Imagen del Golfo

Desde hace más de 6 años la empresa millonaria Braskem Idesa se encuentra asentada en Nanchital, y no ha realizado obras de impacto de beneficio social ni destinados recursos para mejoras del municipio.

Habitantes del ejido Pollo de Oro y demás comunidades aledañas, expusieron a este medio de comunicación que, desde sus inicios la empresa brasileña solo otorgó capacitaciones y cursos de fabricación de productos para auto emplearse, sin embargo, con el paso del tiempo estas acciones quedaron en el olvido, sin invertir en programas de apoyo para la comunidad nanchiteca.

La expectativa por el impacto económico y la creación de empleos era muy alta en torno a la planta Etileno XXI; la realidad es muy distinta, no generó un alza en la fuente de empleo y los nanchitecos siguen careciendo de trabajo.

Cuando se anunció la construcción de Etileno XXI en el municipio de Nanchital, los ciudadanos esperaron una reactivación económica y laboral, la cual en su momento se dio, sin embargo, una vez que la planta fue inaugurada en junio del 2016 la cantidad de empleados contratados se comprimieron, generando desempleo.

Pues a pesar de que es el principal petroquímico de América Latina, Etileno XXI, solo ha aportado una “gota” de su millonario bolsillo en reparaciones caseras del tramo carretero, que se ubica entre la ruta de escape o acceso norte el complejo Etileno XXI y la localidad Pollo de Oro, así como en conjunto con el Gobierno Estatal la nueva ruta de escape, la cual no cuenta con luminaria.

Por lo que a 6 años de haber aterrizado la empresa Braskem-Idesa en la localidad, los habitantes solo registraron pérdidas como afectaciones de vías de comunicación, daños en casas, y enfermedades respiratorias a lo largo de su edificación y actualmente ni los ejidos cercanos a la planta como Pollo de Oro, Nahualapa, Predio el Oasis, Democracia y Libertad, ni la cabecera municipal han obtenido una inversión sorprendente de los brasileños.