Con la mira fija en una de las peleas más importantes de su carrera, el boxeador mexicano Julio César Chávez Jr., histórico primer campeón de peso medio de su país, cumplirá este jueves 31 años de edad.
El 16 de febrero de 1986 nació en Culiacán, Sinaloa, Chávez Carrasco (50-2-1, 32 KOs), quien se medirá el próximo 6 de mayo en la T-Mobile Arena de Las Vegas, al también mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, en duelo pactado en las 164.5 libras.
Fue el 26 de septiembre de 2003 cuando el hijo de la leyenda debutó de manera profesional ante Jonathan Hernández en el Parque Revolución de su natal Culiacán, a quien venció por decisión unánime para iniciar con el pie derecho su andar en los cuadriláteros.
El 4 de junio de 2011 Chávez Jr., hizo historia al convertirse en el primer campeón mexicano en la división de los medianos, cuando venció por decisión mayoritaria al alemán Sebastian Zbik en el Staples Center de Los Ángeles, Estados Unidos.
Defensas contra Peter Manfredo Jr., Marco Antonio “Veneno” Rubio y Andy Lee fueron las que realizó en menos de un año, hasta que el argentino Sergio “Maravilla” Martínez lo destronó en el Thomas & Mack Center de Las Vegas, el 15 de septiembre de 2012.
Tras esa caída el “Junior”, acusado algunas veces de indisciplina, tuvo poca actividad, pues en cuatro años solo ha peleado en cinco ocasiones, una en 2013 y otra al año siguiente, ambas victorias sobre el estadounidense Brian Vera, un revés el 18 de abril de 2015 con Andrzej Fonfara y triunfo contra Marco “Dorado” Reyes en julio de ese año.
Tras casi año y medio fuera del ring, volvió el pasado 10 de diciembre contra el alemán Dominik Britsch, al que superó por decisión unánime en Monterrey, Nuevo León, donde se revivió el tema de una posible pelea con el “Canelo”.
Aunque años atrás se habló de esa batalla la cuestión del peso hacía imposible concretarla, pero luego de que Julio marcó 167.9 libras para medirse a Britsch, la negociación tomó un nuevo curso hasta que se confirmó en enero pasado.
El “Junior”, quien trabajará para dicha pelea con el entrenador Ignacio Beristáin en el Centro Ceremonial Otomí, quiere demostrar que está listo para regresar a la cima del pugilismo mundial, y la pelea con Saúl, la cual va a generar millones de dólares, es su oportunidad.