La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, formaron hoy una especie de frente común antiTrump al defender las virtudes del acuerdo de libre comercio negociado entre la Unión Europea y Canadá (CETA), recientemente ratificado en el Parlamento de Estrasburgo.
«Estamos convencidos de que los tratados de libre comercio bilaterales o multilaterales aportan más valor a todas las partes implicadas», dijo la mandataria.
En concreto, Merkel destacó que el CETA tiene una nueva dimensión porque no solo versa sobre la eliminación de aranceles, sino que aporta condiciones en el ámbito de la protección social del consumidor y «sienta estándares de cara el futuro».
«El CETA es un ejemplo de lo que nuestros países pueden lograr cuando trabajan conjuntamente. La firma de este tratado es una victoria para los canadienses, para los alemanes y para Europa», agregó Trudeau.
Ambos dirigentes mostraron la sintonía existente entre Alemania y Canadá, dos países que tienen una visión muy similar en ámbitos como el económico y asuntos como la acogida de refugiados, indicó la canciller.
«Tenemos convicciones y puntos de vista comunes», dijo la política conservadora antes de apuntar que el Ejecutivo de Trudeau trabaja también de forma muy estrecha con Berlín en el marco del G-20, del G-7 y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
«Alemania y Canadá son verdaderos socios en el ámbito del bienestar, la paz y la economía, y veremos cómo nuestra amistad será más profunda en los próximos años», aventuró Justin Trudeau, quien también recalcó el compromiso de su país con la OTAN.
A este respecto, Angela Merkel insistió en que Alemania mantiene su intención de incrementar hasta el 2 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país el gasto en defensa dentro de la alianza, un acuerdo al que se llegó en 2014 en la cumbre celebrada en Gales.
«Alemania es consciente de su responsabilidad, pero creo también que, en general, debemos ser conscientes mutuamente del valor de la OTAN”.
Es decir, esto se aplicaría tanto a nosotros como a Estados Unidos», señaló la mandataria. Angela Merkel insistió además en la importancia de que las relaciones trasatlánticas sean fluidas, independientemente de quien sea el inquilino de la Casa Blanca.
«La buena relación con Estados Unidos está en el interés de Alemania y así va a ser en el futuro, aunque existan diferencias de opiniones en algunos asuntos», subrayó.
En este sentido, declaró que se alegraba de mantener un encuentro con el vicepresidente estadunidense, Mike Pence, en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich que hoy se inicia en la capital bávara.
Preguntada por la probable adquisición de Opel por parte de la automotriz francesa PSA Peugeot Citroën, la mandataria alemana se limitó a decir que su gobierno estaba siguiendo de cerca los avances en las conversaciones de ambas compañías y que haría todo lo posible por garantizar los puestos de trabajo en Alemania.
Tras su reunión en la Cancillería de Berlín, Merkel y Trudeau visitaron la plaza del centro de la ciudad en la que el islamista tunecino Anis Amri perpetró un ataque terrorista el pasado 19 de diciembre cobrándose la vida de 12 personas e hiriendo a medio centenar.