• “Son documentos únicos e irremplazables, cuyo valor patrimonial para la sociedad mexicana y el mundo es inestimable», destacó.
Durante la celebración de la XXXVIII Feria Internacional del Libro del Palacio de la Minería, el alcalde Américo Zúñiga Martínez recibió por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el reconocimiento del registro como Memoria del Mundo México de las cédulas reales que otorgan al pueblo de Xalapa el Título de Villa y su correspondiente Escudo de Armas.
Después de recibir la acreditación, dijo que ya han transcurrido 225 años desde que la capital veracruzana recibiera estos documentos históricos firmados por el Rey Carlos IV de España, los cuales constituyen el más importante legado documental de la ciudad, ya que le permitieron consolidarse como uno de los puntos geográficos, políticos y culturales de referencia del país.
“Son documentos únicos e irremplazables, cuyo valor patrimonial para la sociedad mexicana y el mundo es inestimable, así lo está refrendando la declaratoria internacional con la que nos distingue el programa Memoria del Mundo México”, puntualizó.
Cabe señalar que las cédulas reales del Título de Villa y del Escudo de Armas, que datan del 18 de diciembre de 1791, son los documentos fundacionales del Xalapa novohispasno y dieron la pauta para que se estableciera el primer Ayuntamiento tres años después.
Durante su intervención en la Capilla del Palacio de la Minería, Zúñiga Martínez refirió la importancia de que las ciudades mexicanas impulsen el cuidado y la protección de su patrimonio histórico y agradeció a todos los cronistas, particularmente al de Xalapa, Vicente Espino-Jara, por el esfuerzo que realizan en este sentido.
El encargado de presentar los documentos xalapeños, Francisco Gaytán, reconoció el trabajo de conservación realizado por Xalapa para preservar las cédulas reales, unos documentos elaborados con materiales orgánicos que tienen un gran valor pictórico e histórico para la capital veracruzana.
Para ser incluidos en el registro de la UNESCO, los documentos debieron cumplir con una serie de criterios, como son la autenticidad, el ser únicos e irremplazables, rareza, integridad, amenaza, plan de gestión y su trascendencia mundial en tiempo, lugar, personas, asunto, forma y estilo.