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Vanguardia

“El divorcio se siente como la muerte. Y aunque intenté calmarla y pedirle una nueva oportunidad para conquistarla, ella no quiso, comenzamos los trámites».

“Cuando falleció mi mamá sentía que todo estaba perdido. Precisamente ese sentimiento volvió a mí muchos años después, cuando me separé dolorosamente de mi mujer” es lo que nos confesó Ramón, un hombre que a sus 42 años de edad tuvo que aceptar el divorcio que le pidió su mujer cuando él creía que las cosas marchaban “normales”.

¿Quieres saber cómo fue su historia? Pues aquí te la platicamos para que, si tú eres hombre y estás leyendo esto, entiendas el sentimiento que experimentó al momento de enterarse que su mujer quería separarse de él, te podrían caer algunos veintes.

“Las cosas estaban bien” “Yo recuerdo que era un matrimonio como cualquier otro, con sus altas y sus bajas. Vivíamos bien, a ella no le faltaba nada. Los dos trabajábamos para sacar adelante nuestro hogar, tenemos dos hijos a los que adoramos por sobre toda las cosas” es lo que dijo Ramón cuando le preguntamos acerca de cómo era la relación con su esposa.

“Me acuerdo de que yo creía que como en todos los matrimonios (y en todas las relaciones humanas), discutir era algo normal. Yo trataba de poner todo de mi parte para que las cosas se calmaran y aunque muchas veces ella se exaltaba demasiado, al día siguiente y poco a poco las cosas volvían a la normalidad”, es lo que cuenta el protagonista de esta historia al describir un poco más de su matrimonio y los conflictos que había entre ellos.

“Pero de repente, un día las cosas cambiaron. Era el mes de enero porque hacía mucho frío, me acuerdo que de repente ella empezó a cambiar su actitud hacia mí: se volvió muy fría, ya no me preguntaba cómo me iba, ni me mandaba mensajes a mi celular, en fin, todo era muy distante. En las noches ella llegaba muy tarde diciendo que había tenido mucho trabajo, pero al día siguiente la notaba feliz; se arreglaba y se iba a trabajar luciendo muy bien, eso pasó de un día para otro, ahí fue cuando empecé a sospechar que había alguien más”, es lo que cuenta Ramón al respecto del momento en el que sintió que las cosas cambiaron en su relación.

“La miré a los ojos y le pregunté que si aún me amaba. Así empezaron a pasar los meses y las semanas, prácticamente la escena que les conté anteriormente era la misma todos los días. Por eso, un buen día me armé de valor, la esperé despierto y comencé a platicar con ella, le dije que si aún me amaba o qué estaba pasando entre nosotros, ella no pudo contenerse y me respondió que no, que ya no me amaba, que había otra persona en su vida y que quería separarse de mí, ¡sentí la muerte por dentro!, realmente sabía eso pero no lo quería escuchar de ella”, nos platicó Ramón acerca de su separación.

“El divorcio se siente como la muerte. Y aunque intenté calmarla y pedirle una nueva oportunidad para conquistarla, ella no quiso, comenzamos los trámites de divorcio y de verdad, que la experiencia de haber perdido a mi madre es la que sentí más cercana a este momento, ¡no se lo deseo a nadie! el día de hoy estoy mucho más tranquilo, pero definitivamente es un capítulo doloroso en mi vida que día a día voy aprendiendo a vivir con ello”, así es como Ramón finalizó esta entrevista donde dejó ver el sentimiento que hay de parte de muchos hombres cuando se pasa por un proceso así.

Con información de: http://www.vanguardia.com.mx/articulo/divorciarse-es-tan-doloroso-como-la-muerte-el-divorcio-contado-por-un-hombre