Una de las grandes debilidades que tiene la economía mexicana es que los proyectos inmobiliarios tardan dos años en promedio desde que se conciben hasta que se construyen debido a la tardanza en la obtención de las licencias, reconoció el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña.
«Dos años de una espera que es inaceptable siempre, pero todavía más ahora en donde estamos ayunos de generar anclaje a nuestros procesos de inversión», señaló durante su participación en el foro The Real State Show 2017, organizado por la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).
El funcionario federal señaló que el gobierno trabaja en la agilización de los trámites necesarios en la reducción de la burocracia, que frena la llegada de inversiones al país.
«Lo que estorba muchas veces a que un proyecto se convierta en realidad es la falta de voluntad de un burócrata que entendiendo de mala manera su función está obstaculizando lo que hoy el país requiere, que es inversión», comentó.
En una presentación en la que habló sobre las perspectivas económicas del país, Meade dijo que la liberación del precio de los combustibles y la nueva relación con Estados Unidos son dos de los principales retos económicos que enfrentará México este año.
Destacó que el mercado de combustibles tiene un valor de 180 mil millones de pesos al año, solamente en lo que se refiere al margen que ganan los empresarios gasolineros y el costo de logística.
Al respecto, recordó que dicho mercado permaneció por 78 años como monopolio de Petróleos Mexicanos (Pemex) y actualmente ha derivado en que en México no se han construido terminales de almacenamiento en 18 años y que haya solamente tres días de capacidad de almacenamiento, 12 veces menos que la que se tiene en Estados Unidos y la mitad de las gasolineras que se tienen en Brasil por persona.
«Esta liberalización implicará la posibilidad de invertir en poliductos, almacenamiento y distribución, exploración, producción y refinación, transporte por ferrocarril y la suma de estas inversiones pudiera implicar movilizar recursos por más de 20 mil millones de dólares en el siguiente par de años», comentó.
Respecto a la redefinición de la relación con Estados Unidos, aseguró que México la enfrentará desde la perspectiva de fundamentos económicos «bastante sólidos, que es lo que nos da confianza de que el diálogo resultará en beneficio de los dos actores».