Mucho se ha venido hablando a lo largo de las últimas décadas acerca del potencial impacto que tendrá la llegada masiva de los robots a las vidas de millones de personas, y sobre todo de qué maneras competirán contra los humanos por puestos de trabajo.
Fiel a su espíritu innovador y completamente vanguardista de la tierra del sol naciente – eternamente fascinada por el mundo de la robótica y la tecnología – Japón servirá como locación para albergar precisamente en la prefectura de Nagasaki al primer hotel robotizado, que promete servir como barómetro para futuras aplicaciones de la tecnología en otros sectores.
Bautizado Henn-na Hotel, cuyo nombre se traduce al español como “extraño” a pesar de que su staff de robots prefiere evitar ese calificativo, cuenta con empleados que van desde el personal que realiza el check-in en el lobby hasta los botones, conserjes y otras posiciones típicas dentro de un establecimiento hotelero, que han sido reemplazados por robots que podrían calificarse cuando menos de eclécticos.
Es que respetando la predilección japonesa por la cultura animé y lo simplemente bizarro para aquellos que observan desde occidente, el despliegue de robots va desde modelos humanoides de sorprendente realismo y similitud con personas de carne y hueso, pasando por dinosaurios amenazantes y personajes caricaturescos dignos de una película animada de Pixar.
Uno de los empleados más interesantes del hotel es Churi-chan un amigable robot inspirado en el un Pokémon de color rosado y verde con tres corazones en su frente y una sonrisa permanente que “vive” en las mesas de noche de cada una de las 72 habitaciones del hotel, encargado de funcionar como un asistente virtual símil Amazon Echo y que permite ajustar con solo pedírselo las luces, temperatura, configurar una alarma y recibir información sobre el pronóstico del clima.
Como era de esperarse en un hotel donde literalmente manda la tecnología y donde por ejemplo se utiliza la tecnología de reconocimiento facial para abrir las puertas de las habitaciones prescindiendo de llaves tarjeta, existe la posibilidad de que algo eventualmente falle cuando se trata de un sistema de atención al cliente tan complejo e innovador.
Es por eso que detrás de escenas hay un staff humano compuesto por diez personas que recorren el hotel constantemente y analizan las imágenes proyectadas en las cámaras de seguridad para tener la certeza de que todo esté funcionando como debería.
A pesar de lo insólito del concepto y de los variados personajes elegidos para asistir a los huespedes, los propietarios del hotel aseguran que el proyecto tiene sustento y se convertirá en un referente para otros hoteles inteligentes de bajo costo en el futuro, con un atractivo valor promedio por noche de menos de 50 dólares.