El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió sancionar con tres partidos al delantero brasileño del Barcelona Neymar Da Silva, por su expulsión en el partido de la pasada jornada de Liga frente al Málaga en La Rosaleda (2-0).
Competición castigó al jugador con un partido por doble amonestación y consiguiente expulsión y con otros dos por infracción del artículo 117 del Reglamento Disciplinario, en su grado mínimo, según confirmó la RFEF, por lo que se perderá el Clásico ante el Real Madrid, el día 23 en el Santiago Bernabéu.
En defensa de Neymar, el Barcelona argumentó que éste no tuvo “ninguna intención o ánimo de injuriar, ofender, desacreditar o desconsiderar al árbitro”, al abandonar el campo tras ver la roja y aplaudir, por lo que su conducta no puede considerarse como una infracción de este artículo.
El Barça cuestionó la literalidad del acta arbitral ya que Neymar “no pronunció palabra alguna, ni advirtió, ni gritó, ni tocó, ni de ninguna otra manera aludió con palabras o gestos al estamento arbitral, limitándose su acción a aplaudir”.
Según su escrito, el club insiste en que el cuarto árbitro interpretó que el aplauso que realiza el brasileño “se dirige hacia su persona, no teniendo sin embargo mucho sentido tal acción, puesto que en aquel momento el cuarto árbitro no había adoptado decisión alguna ni cabía entenderlo como una reacción personal hacia el mismo”.
“Por ello el aplauso podría interpretarse como una reacción desesperada del jugador como consecuencia de su expulsión, incluso como una velada disconformidad con el criterio de decisiones arbitrales adoptadas durante el partido, pero no como un gesto personalizado hacia el cuarto árbitro”, añade.
Además de reclamar que el Comité haga una “ponderación de todas las circunstancias concurrentes” para decidir sobre el caso, el Barça en sus alegaciones muestra “su preocupación por la clara e inaceptable presión por parte de algunos medios de comunicación, a efectos de impedir que este Comité pueda resolver con razonabilidad la cuestión planteada, al existir un inequívoco interés en la opinión pública al efecto de que el jugador no pudiera disputar el encuentro correspondiente al clásico”.
El Comité, en su resolución, rechaza los argumentos del Barcelona y reitera que para apreciar error material manifiesto en el acta arbitral es necesario que el recurrente aporte pruebas inequívocas, algo que no hace el Barcelona, “ni videográfica, ni de ningún otro tipo” para apoyar su versión de los hechos, por lo que “no puede desvirtuar la presunción de veracidad del acta” y debe ceñirse a la “literalidad de la misma”.
“Esto es, que el jugador tras ser expulsado se dirigió al cuarto árbitro aplaudiéndole. Este Comité considera este tipo de acción como claramente subsumible en el tipo infractor del artículo 117 del Código Disciplinario de la RFEF, como un acto de desconsideración hacia el colegiado. Hemos de resaltar que la acción desconsiderada consiste en el mismo aplauso, que es reconocido por el propio club alegante”, añade.
Tras asegurar que por esto “procede imponer la sanción prevista en el citado artículo, en su grado mínimo de dos partidos, el Comité muestra también “su absoluta independencia respecto a lo que manifiesten o dejan de manifestar cualquier medio de comunicación en relación con este expediente o cualquier otro, pues su actuación únicamente está presidida por la valoración de todas las circunstancias concurrentes, las pruebas aportadas y la aplicación de lo previsto en el Código Disciplinario”
A expensas del posible recurso del club ante el Comité de Apelación e incluso después ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD), Neymar se perdería los encuentros de las siguientes jornadas de Liga.
El próximo sábado día 15 en el Camp Nou ante la Real Sociedad (18.45 GMT), el clásico de la jornada 33 en el Santiago Bernabéu, el domingo día 23 (18.45) y el siguiente contra Osasuna, el miércoles 26 (17.30).
Neymar fue expulsado después de ver dos tarjetas amarillas en la última jornada de Liga ante el Málaga, la primera en el minuto 27, por “no respetar la distancia reglamentaria en la ejecución de un tiro libre, tras haber sido advertido previamente”, y la segunda en el minuto 65, “por derribar a un contrario en la disputa del balón”, según el acta arbitral.
El colegiado extremeño Jesús Gil Manzano también reflejó en el documento, en el apartado de otras incidencias, que Neymar “tras ser expulsado y cuando iba a entrar en el túnel de vestuarios, se dirigió al cuarto árbitro aplaudiéndole”.