Sabemos que en la actualidad que, a veces, una sola fuente de ingreso no es suficiente para mantener un hogar. Es necesario ganar más dinero, pero esto no significa que debamos conseguir un segundo empleo.
Tener una segunda o tercera fuentes de ingresos nos ayuda a mejorar nuestras finanzas del día a día.
Ahorrar es una costumbre que siempre debemos tener, sin embargo, ese dinero también puede convertirse en el inicio de algo más grande: una inversión. Sí, además de tener cierta cantidad guardada, también debemos pensar en cómo una parte de nuestro ingreso puede trabajar para nosotros.
Sin embargo, el mundo de las inversiones nos parece algo lejano y que es exclusivo de los hombres de negocios. Afortunadamente no es así, cualquiera puede poner a trabajar su dinero, sólo hay que buscar en dónde hacerlo.
Dos consejos iniciales
Los hombres de negocios más experimentados aconsejan lo siguiente:
- El inversionista debe conocer la industria o sector en donde va a colocar su dinero, pues de esta forma es más fácil que se involucre en el negocio.
- Si no se conoce la industria, se debe empezar con una pequeña cantidad. De esta manera no se arriesga todo el capital e inicia un proceso de aprendizaje sobre el mundo de las inversiones.
¿En qué se puede invertir?
- Negocio propio. Puede ser un restaurante, una estética o un taller de servicio para computadoras.
- Fondos de inversión. Este tipo de instrumentos se adquieren entre varios inversionistas.
- Acciones. Se puede colocar cierta cantidad de dinero en una startup o empresa que inicia.
- Objetos de valor. El mercado de compra y venta de antigüedades y objetos de colección ofrece buenas oportunidades.
- Cuentas de ahorro. Es un instrumento seguro que ofrece rendimientos pequeños, es ideal para las personas que no quieren correr grandes riesgos.
- Bienes raíces. Es un clásico, pero muy seguro porque los inmuebles siempre tienden a incrementar su valor.
- Préstamos P2P. Actualmente estas plataformas de Internet se encuentran en sus mejores momentos. Aquí se coloca cierta cantidad en un fondo, de ahí se presta a un solicitante de crédito y cuando paga se regresa el dinero con cierta ganancia.